Combatiendo a Martínez de Hoz (para salvar a las Fuerzas Armadas). Clarín durante el último año de la política económica de la dictadura militar (1980-1981)

BORRELLI, M. H.

San Fernando del Valle de Catamarca

Jornada; XII Jornadas Interescuelas/ Departamentos de Historia; 2011

Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca

Este trabajo se propone analizar la postura editorial del diario Clarín desde la crisis financiera desatada entre marzo y abril de 1980, que fuera el “principio del fin” de la política del ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz basada en el enfoque monetario de la balanza de pagos, hasta la conclusión de su mandato y el del presidente de facto Jorge Rafael Videla, en marzo de 1981. Hasta ese momento el diario se había posicionado como uno de los principales objetores del accionar del ministro, aunque preservando el rol de las Fuerzas Armadas en sus críticas y otorgando su apoyo al autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”. La difícil coyuntura provocada por la crisis impondrá una radicalización de las críticas hacia la política económica desde diferentes sectores del escenario político y económico nacional, en el marco de un pronunciado proceso de deslegitimación de las Fuerzas Armadas en el poder. En ese contexto, Clarín revalidará sus impugnaciones, objetando lo que consideraba el sesgo antiindustrialista y promotor de la especulación financiera de la política económica, apuntando sobre sus contradicciones entre el discurso liberal y la práctica intervencionista, destacando su orientación “antinacional” y denunciando los gravosos perjuicios que desde su punto de vista le estaba ocasionando al país. Esta postura tomará nuevo impulso cuando hacia fin del año 1980 la sucesión presidencial en manos del general Roberto Viola ponga sobre el tapete público la discusión sobre si debía haber “cambio o continuidad” en la política económica de la dictadura militar. Debate que tendrá en Clarín a un infatigable promotor del “cambio”, aunque manteniendo su apuesta en que el “Proceso” finalmente se transformara en una “dictadura desarrollista”.