INVESTIGADORES
LIZARRAGA Fernando Alberto
artículos
Título:
Rawls, la estructura básica y el comunismo
Autor/es:
LIZÁRRAGA, FERNANDO ALBERTO
Revista:
Isegoría. Revista de Filosofía Moral y Política
Editorial:
Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC) - Instituto de Filosofía
Referencias:
Lugar: Madrid; Año: 2011 p. 115 - 137
ISSN:
1130-2097
Resumen:
En su teoría de la justicia como equidad, John Rawls sostiene que la estructura básica es el objeto primario de la justicia y que, por ende, quedan excluidas las decisiones personales. Esta posición sufre un giro insospechado en la visión rawlsiana sobre la justicia en el comunismo. En sus tres lecciones sobre Marx, Rawls presenta una doble valoración: por un lado, sostiene que el comunismo es justo en virtud de su distribución igualitaria; por otro, afirma que la ausencia de un sentido de lo justo y de la obligación moral en la vida cotidiana hace que ésta sea una sociedad más allá de la justicia. Así, la justicia ya no depende sólo de la operación de los primeros principios en la estructura básica, sino también de las actitudes personales. Nuestro argumento irá desplegándose en cuatro momentos. En (1) examinaremos las inconsistencias rawlsianas en torno al locus de la justicia; en (2) sostendremos, contra Rawls, que Marx sí habría aceptado el Principio de Diferencia puesto que era consciente de los defectos del esquema distributivo socialista y porque no adhería a la tesis libertarista de auto-propiedad; en (3) mostraremos que, desde una lectura integral de la obra marxiana, no puede afirmarse la evanescencia de las circunstancias de justicia ni de la estructura básica en el comunismo pleno; finalmente, en (4), remarcaremos que cuando Rawls sitúa al comunismo más allá de la justicia en virtud de que las personas carecen de un sentido de lo justo no hace sino resaltar la importancia de las actitudes individuales, contrariando así la posición canónica sobre el objeto de la justicia. En suma: si el comunismo, según Rawls, está más allá de la justicia porque las personas no están motivadas por el deseo de actuar conforme a normas justas, lo mismo puede decirse de su propia sociedad bien ordenada, ya que en ésta, de acuerdo con la versión ortodoxa, tampoco son exigibles las actitudes congruentes con los primeros principios. Indizada en: Arts and Humanities Citation Index, Scopus, IBZ Online, Periodicals Index Online , MLA-Modern Language Association Database, Philosopher´s Index, DOAJ, DIALNET, Latindex (Catálogo).