INVESTIGADORES
DEL OLMO Ismael
capítulos de libros
Título:
El monstruoso cuerpo de la evidencia. Ateystas y endemoniados en la Europa del Seiscientos
Autor/es:
ISMAEL DEL OLMO
Libro:
Miradas y saberes de lo monstruoso
Editorial:
Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2011; p. 165 - 180
Resumen:
La teratología es siempre una heterología, un discurso sobre lo otro. El monstruo puede atravesar las civilizaciones cambiando su rostro, quebrando una norma social, excediendo determinada arquitectura de la naturaleza, y sin embargo su función difícilmente deje de ser la de alimentar el proceso identitario de quienes lo teorizan, lo retratan, o lo aniquilan. En la historia cristiana, ese otro por excelencia ha sido el demonio. La feroz caza de brujas, que desplegó su potencia destructiva entre el siglo XV y XVIII, puede considerarse otra etapa, quizá la más radical, del largo proceso de demonización de los enemigos de la sociedad cristiana, caro a la conformación de la identidad occidental. Pero la ciencia del demonio no se limitó a cristalizar el estereotipo del sabbat brujeril y fogonear una brutal praxis represiva. El presente trabajo bucea en la España del XVII a través de la segunda gran manifestación de la demonología erudita: el paradigma de la posesión diabólica. La exposición tiene dos objetivos. En primer lugar, se procederá a revelar los aspectos monstruosos que revistió la posesión en la Europa moderna. Sea por su sintomatología (rasgos de animalidad, gritos, contorsiones propias de un cuerpo invadido) o por sus implicancias sobrenaturales (las revelaciones demoníacas, la corporización efectiva de un otro, la aniquilación de la identidad individual), la posesa, esa criatura desmesurada, liminal, en la frontera misma de lo humano, constituyó sin dudas un espécimen más entre la galería de monstruos de la Edad Moderna. En segundo lugar, se intentará indagar cuál puede ser la funcionalidad de los energúmenos en el siglo XVII español, momento en el cual se profundiza la crisis del cristianismo, sacudido ya por la Reforma Protestante en el siglo anterior. A través de un caso de posesión colectiva desatado entre 1637 y 1642 en las Montañas de Jaca, en el límite con el sur de Francia, el presente trabajo intentará resolver un interrogante-hipótesis: ¿puede darse cuenta de una construcción discursiva de la posesión demoníaca como estrategia para la batalla contra las nuevas corrientes materialistas, escépticas en extremo respecto de la misma existencia de lo sobrenatural? Resulta plausible que el corpus a analizar -las cartas que los inquisidores Bartolomé Guijarro, Matías Ximenez y Francisco de Blasco Lanuza intercambiaron con el tribunal inquisitorial de Aragón, y el Patrocinio de Angeles y Combate de Demonios que este último editara en 1652- pueda echar luz sobre este problema poco visitado por la historia cultural. Así, parece iluminadora la siguiente frase de Blasco Lanuza: “Porque ahora cunde mucho, en la Francia, el error de los Ateystas, que niegan sustancias espirituales; y previene Dios, con tantos espiritados, esa infección de almas (dando al ojo con tantas evidencias de Ángeles malos) a los Españoles, para que no se deslumbren, siendo vecinos” . El demonio, antaño enemigo irreductible, es ahora parte de la desesperada resistencia de la visión cristiana del mundo en el siglo XVII, momento clave para la transición hacia el paradigma racional-mecanicista que domina nuestra relación con el mundo incluso hasta el día de hoy.