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En nuestro trabajo de investigación precedente, que realizamos para nuestra tesina de Licenciatura en Filosofía, esbozamos algunas líneas interpretativas de la filosofía política de Hannah Arendt, centrándonos en los conceptos de espacio público y democracia, con el objeto de mostrar que el marco normativo de esta pensadora resulta relevante para pensar problemáticas de nuestras sociedades contemporáneas. En la presente propuesta retomamos este camino pero a partir de un nuevo eje de análisis y de una relectura de obras de Arendt que hasta ahora sólo hemos considerado marginalmente, entre ellas principalmente Los orígenes del totalitarismo. Nos interesa seguir a Arendt en su análisis de los derroteros de la política en la modernidad, y esto supone considerar dos hitos ineludibles: el totalitarismo y la democracia. Pero ya desde un comienzo debemos advertir que mientras que Arendt dedica un extenso libro al totalitarismo, la problemática de la democracia no parece ser un objeto central de su interés, y las consideraciones respecto de la misma suelen encontrarse dispersas a lo largo de diversos escritos. En parte ya hemos iniciado la tarea de reconstruir la concepción de la democracia de Arendt, pero en relación con la democracia directa, la democracia representativa, y la democracia participativa -en donde hemos inscripto su propuesta-. Ahora, en cambio, procuraremos analizar las críticas que Arendt realiza a la democracia, en tanto ésta se ha desarrollado en estrecha vinculación con el Estado Nación, por un lado, y en tanto se ha consolidado en las sociedades de masas, por otro lado. Creemos que estos análisis de Arendt pueden arrojar luz a algunos debates actuales sobre la democracia, pero además pretendemos aplicar el marco conceptual de esta filósofa a otras problemáticas relacionadas con nuestras democracias que no fueron abordadas por ella, en tanto que consideramos que esta tentativa también puede resultar esclarecedora.

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