Del poder discursivo al poder de reunión: La política reconsiderada a partir de las revoluciones.

ANABELLA DI PEGO

Buenos Aires

Congreso; XVI Congreso Nacional de Filosofía (AFRA); 2013

AFRA - Universidad Nacional Tres de Febrero

El interés en Sobre la Revolución de Hannah Arendt se ha renovado al cumplirse 60 años de su publicación original y esta obra aún hoy sigue suscitando controversias. En el momento de su aparición fue recibida con críticas denostadoras por parte de los historiadores (Hobsbawm). Tampoco fue en ese entonces bien recibido en el ámbito de la teoría política por su análisis crítico de la Revolución Francesa y su reposicionamiento de la Revolución Americana, cuya caracterización como una revolución resulta también cuestionable. A pesar de todo esto, el libro de Arendt lejos de haber pasado al olvido, sigue interpelándonos para pensar el potencial de lo político en el derrotero de la modernidad que ha fulgurado en los momentos revolucionarios pero no se ha podido desplegar en todas sus implicancias. Diversas razones ameritan una reconsideración del análisis de la revolución arendtiano, de las que aquí nos limitaremos a esbozar tres grandes lineamientos. En primer lugar, la tensión que atraviesa la revolución entre la emergencia de un nuevo comienzo con su impronta de novedad y la fundación de un cuerpo político con su preocupación por la estabilidad y la duración. En segundo lugar, el problema de la revolución plantea, como ha advertido Claudia Hilb, el problema de si todo nuevo comienzo supone una arbitrariedad irreductible, o en otras palabras si todo nuevo comienzo es necesariamente en tanto tal político en sentido estricto. En tercer lugar, el fenómeno de la revolución hace necesario reconsiderar los vínculos entre poder, violencia y política.