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¿Qué es el mal en la filosofía de Bergson? En la conferencia de 1920 luego publicada con el título de Lo posible y lo real, nada, un falso problema. No habría lugar para el mal en la plenitud del élan vital, como no lo hay en la sustancia spinozista. El mal se revela como un verdadero problema en 1932, en Las dos fuentes de la moral y de la religión, por poner en peligro el optimismo de Bergson. Un optimismo a priori como el de Leibniz es insostenible, pues como bien le señalaba Voltaire, hay mal, el mal existe. No hay lugar para ese mal en la plenitud del élan vital, pero porque la vitalidad es ya lo que de bueno tiene el élan. El mal es el reverso del élan vital, la dirección opuesta del élan, élan mortal. Un optimismo a priori es insostenible pues, pero no obstante hay lugar para un optimismo empírico, el optimismo de Bergson: este mundo no es el mejor de los mundos posibles, pero es bueno. Este es el propósito del trabajo: presentar de manera general el lugar del mal en la filosofía de Bergson, resaltando lo que nos parecen las influencias de la filosofía moderna.

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