Mística y soledad

MILONE, MARÍA GABRIELA

Política y soledad. Cuadernos de Nombres Nº 5

Editorial Brujas

Lugar: Córdoba; Año: 2008; p. 323 - 329

Política y amor, según Nancy, se han constituido en nuestra cultura como dos paradigmas conexos y antagonistas, en la medida en una es el en-común, el espacio conjunto y la apuesta por lo numeroso; mientras que el otro es el lugar del ser-con, lugar dual donde cada uno es en la medida en que no retorna a sí. Sin embargo, aquí cabe preguntarse por el amor cuando acontece en Dios, hacia Dios, o con Dios. La experiencia amorosa con lo divino, nunca conjunta ni comunitaria cuando es extrema, y justamente por su radicalidad, se produce como una experiencia solitaria. Así, la experiencia del amor místico es una experiencia solitaria, porque incluso se produce sin intermediarios, como una comunicación o trato de amor dado en un intersticio, entre cuerpo y alma, en un tiempo suspendido por un fuera de sí o éxtasis sin tiempo. La mística es soledad en la medida en que es inmediatez, en que no necesita -sino que más bien niega- como condición de posibilidad a todo tipo de agente que oficie de mediador. Ni tan sólo el lenguaje puede hacerlo, ya que la mística también se manifiesta como una experiencia de la soledad del lenguaje, del vacío de las significaciones, de la desolación de las palabras. Este trabajo se propone recorrer (mediante esta línea de lectura que acerca la mística a la soledad, alejándola de la política y de las instituciones religiosas) algunos pasajes de autores místicos como Meister Eckhart, Angela da Foligno, Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, desde la perspectiva de pensamientos filosóficos contemporáneos afines, tales como las reflexiones de Bataille, Blanchot, Cioran, Nancy.