INVESTIGADORES
ARAUJO Vanesa Soledad
congresos y reuniones científicas
Título:
EMPLAZAMIENTO DE CUERPOS ÍGNEOS A TRAVÉS DE SISTEMAS DE
Autor/es:
VANESA S. ARAUJO; MARÍA C. FRISICALE; NATALIA P. SÁNCHEZ; MARTÍN M. TURIENZO ; LUIS V. DIMIERI
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Resumen:
Los cuerpos subvolcánicos estudiados del tipo filón capa, dique, lacolito, y otros cuerpos menores pertenecen al
arco volcánico cenozoico andino localizado en la provincia de Mendoza. Los mismos se hallan diseminados en
los terrenos mesozoicos y cenozoicos que forman parte del cinturón plegado y corrido de Malargüe. La zona de
estudio se encuentra al sudoeste de la provincia de Mendoza, en las proximidades de la localidad de Malargüe y
Sosneado. Estos cuerpos corresponden al ciclo eruptivo Huincán de edad miocena (Nullo et al. 2002) y constan
de rocas principalmente andesíticas, traquiandesíticas y dacíticas, las cuales presentan una afinidad
composicional calcoalcalina lo que indica un origen común relacionado al arco magmático andino.
Los relevamientos de campo detallados de los cuerpos ígneos permitieron definir la forma de los mismos,
contribuyendo a aportar evidencias sobre los mecanismos de emplazamiento en la corteza superior. Estos
estudios han llevado a establecer con claridad la estrecha relación de estos cuerpos con los sistemas de fallas
contraccionales andinas (Araujo et al. 2013).
El frente montañoso de los Andes se caracteriza por haber sido construido a partir de sistemas de corrimientos
con propagación hacia el antepaís dando lugar a una red de fracturación interconectada por encima de los
despegues principales ubicados en el borde oriental del orógeno andino (Dimieri 1997, Turienzo et al. 2010,
2012). Este entramado de fallas seguramente se conecta con las zonas internas del orógeno. A partir del
conocimiento actual respecto de que la mayoría de los cuerpos intrusivos andinos tienen forma tabular o laminar
(Gill 2010, Menand 2011) y de que el modo de emplazamiento característico es a través de sistemas de diques
que utilizan fallas como vías de ascenso, se puede considerar que es altamente probable la existencia de una
estrecha relación entre los sistemas de corrimientos y el emplazamiento de los cuerpos ígneos someros presentes
en la Cordillera Principal. En consecuencia el emplazamiento de estos cuerpos, está directamente vinculado al
campo de esfuerzos compresivos regional andino que ha dado lugar a los sistemas de fallas responsables de la
construcción del frente montañoso de los Andes.
Existen numerosos trabajos internacionales que estudian la migración del magma y el modo de emplazamiento
de los cuerpos ígneos con ejemplos en todo el mundo (Galland et al. 2009, Mazzarini et al. 2010, Montanari et
al. 2010, Menand 2011, Ferré et al. 2012). Los mismos analizan cuerpos lacolíticos y filones capa y llegan a la
conclusión que éstos se construyen a partir de la amalgamación de sucesivos pulsos de cuerpos tabulares, los
cuales se emplazan a través de sistemas de fallas en ambientes compresivos.
En la zona de estudio se observa que los cuerpos subvolcánicos forman franjas longitudinales que pueden
diferenciarse por las edades de emplazamiento las cuales muestran mayor juventud hacia el oriente. Estas franjas
de cuerpos intrusivos coinciden con el desarrollo de sistemas de corrimientos particulares. Esto es válido para
muchas regiones de la faja plegada y corrida de Malargüe, donde numerosos investigadores han destacado esta
característica de los cuerpos intrusivos subvolcánicos (Baldauf 1997, Nullo et al. 2002, Giambiagi et al. 2008).
Los cuerpos de Laguna Amarga, Los Buitres y Cerro Alquitrán claramente coinciden con el sistema de
corrimientos El Sosneado, Mesón y El Carrizalito, este último soterrado. De la misma manera tenemos al cuerpo
del Cerro Chivato, y los filones capa del Arroyo Blanco alineados en una franja longitudinal coincidente con el
sistema de corrimientos existente en el río Atuel. Este diseño de paralelismo entre cuerpos intrusivos y sistemas
de corrimientos tiene una implicancia directa si lo asociamos al proceso de emplazamiento a través del
fallamiento (Fig. 1).
La construcción del frente montañoso ha progresado por medio de sistemas de corrimientos con un estilo de
propagación hacia el antepaís (piggyback). Esta propagación de la deformación llevaría asociada el
emplazamiento de los cuerpos intrusivos someros. De esta manera se podría explicar, en la región estudiada, la
variación de edades de los cuerpos que se ubican en franjas longitudinales más jóvenes hacia el antepaís. Esta
estrecha relación entre cuerpos magmáticos y sistemas de corrimientos permitiría acotar la edad de los episodios
deformacionales responsables de los corrimientos mayores.