INVESTIGADORES
SOCOLOFF Ivana Claudia
capítulos de libros
Título:
CAPÍTULO IX La crisis como oportunidad: código y gobierno del suelo en Buenos Aires (1977-2003)
Autor/es:
IVANA SOCOLOFF
Libro:
Neoliberalismo y gobiernos de la vida : diagrama global y sus configuraciones en Argentina y América Latina
Editorial:
Biblos
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2014; p. 215 - 245
Resumen:
En este capítulo se analizan las racionalidades políticas en torno al ?ordenamiento? del suelo de Buenos Aires, que focalizamos en tres momentos de creación y reforma del Código de Planeamiento Urbano. Desde nuestra perspectiva, este instrumento constituye un dispositivo fundamental en el gobierno de las poblaciones y su creación expresa la emergencia y traducción espacial del neoliberalismo en Buenos Aires. Allí se trazaron las ambiciones de técnicos respecto a la localización de actividades y se plasmaron las luchas de poder en cada parcela. No obstante, es importante mencionar que sus efectos refuerzan o contradicen los de otros programas de gobierno, siendo las políticas de crédito hipotecario o las normativas sobre la propiedad sólo algunos ejemplos. La creación del CPU en dictadura constituyó un punto de inflexión en el ordenamiento territorial de la ciudad, en tanto pretendió gobernar cada parcela en el marco de un plan que jerarquizaba a la ciudad en relación con su periferia y le asignaba un lugar en la nación. Sus objetivos políticos, urbanos y económicos estuvieron ligados al despoblamiento de Buenos Aires, la contención de la protesta y a convertir a la ciudad central en una ?ciudad dormitorio?: ámbito de silencio, orden y armonía, por excelencia. Ahora bien, como hemos explicado, los objetivos de las autoridades dictatoriales se encontraron con toda clase de resistencias y rellenos estratégicos por parte de los sujetos, siendo la lucha de los habitantes de la Villa 31 contra la erradicación y las oposiciones de los industriales a la relocalización, algunas de las más renombradas. A pesar de esas resistencias, este código dejó importantes marcas en el territorio cuyos efectos son menos visibles que la topadora, la erradicación o el desalojo. Sobre todo, como es el caso, cuando el poder que se ejerce sobre el espacio es silencioso, gradual, en el lenguaje de los técnicos y mediante el mecanismo de los precios del suelo.