INVESTIGADORES
DRUILLE Paola Ivone
congresos y reuniones científicas
Título:
Consideraciones acerca de la prohibición bíblica del robo en Filón de Alejandría y el Nuevo Testamento
Autor/es:
PAOLA DRUILLE
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; Sextas Jornadas de Filosofía e Historia de las Religiones; 2015
Institución organizadora:
Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Centro de Estudios Filosóficos Eugenio Pucciarelli
Resumen:
La prohibición del robo es uno de los diez mandamientos del Decálogo bíblico que ha recibido distintas interpretaciones por parte de autores judíos y cristianos. Una interpretación expositiva entiende el mandamiento como un imperativo legal que dispone no tomar la propiedad privada sin la autorización de su propietario y penaliza las acciones que transgreden la ley con sanciones particulares. Una interpretación ética y teológica, en cambio, considera la prohibición como un imperativo moral, que establece no perjudicar al prójimo en sus bienes, y religioso, que ordena la práctica del bien y de las buenas obras según los mandatos de la Biblia. Ambas interpretaciones tienen como representantes de sus principios a reconocidos autores. Por un lado, Filón de Alejandría utiliza el mandamiento sobre no robar como una ley general a partir de la cual expone las leyes particulares y sus penas en Sobre el decálogo y Leyes particulares 4; por otro, los escritores evangélicos y Pablo encuentran que el octavo mandamiento tiene su cumplimiento en el amor a Dios y al prójimo. Sobre la base de estas interpretaciones examinaremos qué entienden Filón y los primeros cristianos por la prohibición del robo. Identificaremos también cuál es la diferencia entre la interpretación expositiva de la prohibición del robo desarrollada por Filón y la interpretación ética y teológica del mismo mandamiento elaborada por los escritores cristianos en el Nuevo Testamento. Demostraremos así que mientras Filón se preocupa por detallar las leyes particulares en conexión con la prohibición bíblica del robo, los escritores evangélicos y paulinos reconocen que el carácter normativo del octavo mandamiento se cumple en el mandamiento del amor a Dios y al prójimo en tanto síntesis de la ley del Antiguo Testamento.