La memoria de la gente común frente a los golpes de estado de la segunda mitad del siglo XX

MARCELA FERRARI Y MARIANO FABRIS

Buenos Aires

Congreso; VII Encuentro Nacional y Primer Congreso Internacional de Historia Oral de la República Argentina; 2005

Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires - Universidad Nacional de Buenos Aires

Entre 1983, luego del fin de la última dictadura militar, y diciembre del 2001, Argentina atravesó un período de continuidad institucional. Desde sus inicios, en plena primavera democrática, fue construido un discurso público aceptado por la mayoría de la población que revalorizó las formas democráticas de hacer política y la defensa de los derechos humanos. Correlativamente, condenó la violencia –sobre todo, la que provenía de los aparatos represivos-, la participación de las Fuerzas Armadas en el gobierno y los golpes de estado. Numerosos actores políticos, sociales, intelectuales y comunicadores sociales fueron los portavoces y los principales constructores de la condena a un pasado político inestable y traumático, que aún perdura. En palabras de G. Aboy Carlés, el alfonsinismo articuló un discurso centrado en la delimitación de una frontera respecto del pasado. Sobre todo, del pasado inmediato constituido por la dictadura pero también respecto al ciclo de crisis política iniciada con el golpe de estado de 19302. El juzgamiento de los responsables de las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura constituyó sin dudas el hecho más significativo en la construcción de esa frontera. Poco se sabe, en cambio, de la percepción de los ciudadanos comunes, aquellos que no tienen acceso a construir un discurso público, con respecto a ese pasado. Partiendo de esta premisa, es nuestra intención observar de qué manera la gente común, “los sin voz”, vivieron los golpes de estado de 1955, 1962, 1966 y 1976 y de qué modo su relato está impregnado por aquel discurso democratizador. Nuestra hipótesis es que en la reconstrucción de los golpes de estado la experiencia de la entrevista juega un rol activo, al apelar a la memoria para traer al presente las experiencias personales y revivirlas con el pensamiento. Al mismo tiempo, , la percepción de los contemporáneos de los golpes de estado ha sido parcialmente atravesada por la revalorización de las formas democráticas. Sin embargo, el rechazo de esa forma de violencia es matizado por las preferencias políticas de los individuos. Finalmente, estimamos que otro condicionante de las opiniones recuperadas fue el éxito o fracaso de la política social y económica de los gobiernos militares sucesivos a los golpes de estado, en términos de su incidencia en la propia experiencia de vida.