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El interés, como antropóloga, al retomar a Margaret Mead se focaliza en comprenderla como una de las primeras antropólogas dedicada a pensar y desnaturalizar los comportamientos de los sexos. Además para poder entender las producciones de antropólogas más recientes, por ejemplo las pensadoras que en la década de los 70 consolidaron los estudios de mujeres y la antropología feminista, es indispensable conocer la obra de Mead. Ya que la mayoría la retoma en algún u otro aspecto. En el 1949 luego de un largo camino de pensar la diferencia sexual y haberla tomado como eje central de su quehacer intelectual y político, Mead pregunta a sus lectorxs "¿Son periféricos en relación con los conflictos centrales de nuestro tiempo, los asuntos relativos a los papeles y posibles papeles de los sexos?" Más de cincuenta años después esta pregunta nos alienta a revisar la historia de los estudios de género y de la práctica feminista en nuestro país. Para reconocer la importante tarea que una multiplicidad de mujeres han realizado y muchas intentamos continuar. La constancia y la perseverancia al interior de la academia y de los movimientos de mujeres, lograron que estos temas comenzaran a tomar la relevancia social y política que le corresponde. Así cuando Mead interpela a sus lectorxs: "Discutir tales problemas ¿significa lo mismo que lamentarse tocando la cítara mientras Roma arde?" Acompañamos su contundente "No lo creo". Las discusiones y diálogos que se vienen generando y los lazos que se vienen construyendo a nivel regional demuestran el interés creciente y la urgencia de pensar las relaciones entre los géneros. Cada vez resulta más difícil negar la implicancia política de la temática así como presentarla en tanto periférica y aislada de un entramado de problemáticas sociales consideradas de mayor tenor. Ahora bien, adentrémonos en la producción de Mead. Comprender los sexos y los comportamientos que se asocian a los mismos en culturas diferentes, ha sido uno de los objetivos en la larga trayectoria de la autora. Algunas de las cuestiones que voy a desarrollar a continuación, en la actualidad resultan obviedades, al momento que Mead las plantea resultaron en muchos sentidos novedosas y cuestionaron la mirada hegemónica respecto a los sexos y los roles adjudicados a los mismos.

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