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En el primer tomo de la Archéologie du Sujet, Alain de Libera nos pone en guardia frente a lo que él llama "le mouvement retrograde du vrai", es decir, el efecto que la proyección del conocimiento del historiador produce en su propia lectura de la historia de la filosofía. Es por eso que propone una doble lectura de la historia de la filosofía. Una Lectura histórica de los textos relevantes que constituyen las fuentes. Ahora bien, puesto que esta lectura se encuentra siempre bajo la visión de una determinada filosofía o visión de mundo, es necesaria una segunda lectura. Por ejemplo, en lo referente al sujeto: "Una arqueología del sujeto tiene que trazar dos productos diferentes, el primero en la historia y el segundo en la historiografía: la entrada del sujeto en terreno filosófico, de un lado, la invención de la figura del sujeto moderno, de otro lado, evitando confundir el trayecto efectivo de la primera con las etapas inventadas en la proyección retrospectiva de la segunda." Intentaremos aplicar este ejercicio en tres lecturas de las controvertida condena de 1277. Analizaremos tres textos intentando determinar las relaciones arqueológicas y las proyecciones historiográficas entre ellos. Estos tres textos serán 1) la carta del obispo Estevan Tempier que sirve de prefacio a las 219 tesis condenadas en 1277, 2) el opúsculo de Kant sobre El conflicto de las Facultades, y 3) finalmente el estudio de David Piché sobre las dichas tesis en su propia edición del texto de Tempier. Más allá de la indudable fecundidad teórica que dicho análisis pudiera otorgarnos, no quedaremos probablemente libres de la dialéctica del movimiento retrógrado de lo verdadero, con lo cual intentaremos apreciar como epílogo hasta qué punto somos, como autores, susceptibles de la auto-referencia.

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