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Partiendo de la premisa de que la vejez es una construcción en el curso de la vida, siendo la diversidad su característica principal, este escrito analiza cómo el género y la sexualidad son aspectos valiosos en los modos en los que se construye diferencialmente la vejez en el curso de la vida. En este artículo se sostiene que el haber pertenecido a una minoría sexual históricamente estigmatizada impactó en las formas de envejecer y por consiguiente en el tipo, calidad y esperanza de vida de las personas.Desde el Paradigma del Curso de la Vida, el influjo del tiempo histórico y el significado que los actores le atribuyen son considerados puntos de inflexión (turning point). Estos hitos significativos en la vida de las personas operan como bisagra en el desarrollo de la trayectoria vital, dando como resultado un envejecimiento y una vejez diferencial.Mediante técnicas cualitativas de recolección de la información como son el método biográfico e historias de vida, las entrevistas en profundidad y la observación participante, se persigue dar cuenta de cuál es la percepción que las personas mayores lesbianas, gays y trans tienen sobre su propio envejecer y vejez. Así, apelando a la reminiscencia de los actores se busca develar cuáles son los hechos significativos que consideran puntos de inflexión en el curso de su vida y de qué modo han dado como resultado una vejez diferencial.

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