Distinciones simbólicas y realidades sociales. La alta sociedad y los advenedizos en la Buenos Aires del cambio del siglo XIX al XX.

LEANDRO LOSADA

Córdoba

Simposio; Espacios y Modos de la Modernidad.; 2006

Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba

El cambio del siglo XIX al XX enmarcó profundas e inéditas transformaciones en la ciudad de Buenos Aires, entre ellas la recomposición de la estructura y de las jerarquías sociales, como consecuencia de la inmigración masiva y de la movilidad social. En este escenario poroso, facilitado por la ampliación del acceso a distintos bienes (como la educación y el consumo), la necesidad de plasmar las diferencias fue especialmente importante para las familias tradicionales (aquellas cuyos orígenes eran anteriores al último cuarto del siglo XIX), quienes hasta entonces ocupaban la cumbre de la pirámide social. La ponencia tiene en este sentido como propósito evaluar los márgenes que ese contexto móvil dejó a la elite tradicional para ratificar simbólicamente su lugar como tal. Para ello se reflexionará sobre una categoría muy extendida entre ese círculo social para referirse a quienes experimentaban la aventura del ascenso: el advenedizo. El argumento a desarrollar será que si por un lado este término es efectivamente una manera peyorativa de nombrar a quienes comenzaban a adquirir poder, riqueza o prestigio en la Buenos Aires de la belle époque, aludiendo a la carencia de un capital de alta significación simbólica por su escasez en una sociedad aluvional (orígenes "nuevos"), al mismo tiempo descubre la retirada a que la modernización estaba confinando a las familias tradicionales. En efecto, las descalifiaciones a los advenedizos no hacen más que mostrarnos la forzada convivencia con los hombres nuevos, y así, un nítido proceso de cambio en la sociedad: cómo los sectores tradicionales pierden paulatinamente el control o el acceso exclusivo a un conjunto de espacios y capitales (sociales, culturales y materiales) a causa de la aceleración de los cambios del fin de siglo. El trabajo, en este sentido, plantea que las formas simbólicas de construir diferenciaciones, si efectivamente inciden en las relaciones sociales, a su vez, también pueden ser una expresión de los limitados márgenes que la realidad deja para trazar semejantes operaciones de distinción.