La fuerza significativa de lo "no-otro"

JOSÉ GONZÁLEZ RÍOS

Nicolás de Cusa, Acerca de lo no-otro o de la definición que todo define

Biblos

Lugar: Buenos Aires; Año: 2008; p. 247 - 258

Con el desarrollo de este Capítulo hemos querido señalar la preocupación del Cusano desde el primer testimonio sistemático de su obra hasta su última elaboración en De apice theoriae por los alcances significativos de las distintas formulaciones del lenguaje para expresar de modo conjetural al principio primero. A su vez, hemos distinguido los discursos teológicos y sus modos de significación con la finalidad de presentar luego los diversos nombres enigmáticos con los que ha intentado hacer visible la comprensión incomprensible del principio primero. Como se desprende del recorrido propuesto, en varias oportunidades Nicolás de Cusa consideró que con determinado nombre había alcanzado un modo más claro o bien menos inadecuado de significación para el principio primero. Sin embargo, esa mayor adecuación guarda relación en cada caso con la particular perspectiva bajo lo cual éste es captado intelectualmente. Por eso, consideramos que no es lícito trazar una evolución en los modos cusanos de significar a través de los distintos nombres enigmáticos, no sólo porque todos ellos son igualmente conjeturales sino también porque cada uno de ellos resulta el más adecuado según la perspectiva que adopta. Por eso, cuando Nicolás de Cusa quiere hacer visible la consideración del principio como coincidencia de opuestos, maximum absolutum et minimum absolutum resultan los vocablos más apropiados. Cuando trata sobre el origen, idem ipsum. Cuando concibe al principio en su carácter absoluto como la coincidencia de acto y potencia, acuña el neologismo simple possest. Cuando quiere hacer visible la potencia absoluta del principio, anterior a la coincidencia de acto y potencia, utiliza el término posse ipsum, al que sí, ciertamente, prefiere, porque a través de él se profundiza en la perspectiva que había transitado con el possest. Del mismo modo, el enigma de lo “no-otro” también es puesto por el Cusano mismo por encima de lo idem ipsum en aquel capítulo XIV del De venatione sapientiae. Sin embargo, resulta un nombre mejor que aquél y que otros para la captación intelectual del principio primero en tanto la definición que a todo y a sí misma define.