INVESTIGADORES
FERNANDEZ Pablo Marcelo
congresos y reuniones científicas
Título:
Historia y presente de la arqueología del valle de Piedra Parada, Chubut
Autor/es:
CARBALLIDO CALATAYUD, MARIANA; BELLELLI, CRISTINA TERESA; GURÁIEB, ANA GABRIELA; FERNÁNDEZ, PABLO MARCELO
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XX Congreso Nacional de Arqueología Argentina; 2019
Resumen:
Este trabajo presenta los objetivos, preguntas y resultados de las últimas investigaciones y proyectos en curso en el extremo occidental de la cuenca media del río Chubut entre el meridiano de 69° 55? al este y el 70° 23? al oeste (área Piedra Parada). A la vez, resume los resultados de las investigaciones realizadas hasta el momento que son la base sobre la que hemos elaborado un nuevo proyecto. Los trabajos sistemáticos en el área se remontan a fines de la década de 1970 y tenían por objetivo poner a prueba la hipótesis de que el río Chubut funcionó como límite étnico entre los tehuelches meridionales y los septentrionales (Aschero 1983). Incluyeron la elaboración de un modelo de movilidad entre los campos altos o de ?veranada? y los campos bajos o de ?invernada?. En esta primera etapa se formuló un modelo descriptivo capaz de ?identificar entidades culturales a través del análisis estilístico y sus condiciones materiales de interacción con el medio físico y cultural? (Aschero 1987:17-18).A fines de los años ´80 y principios de los ´90 las investigaciones se enfocaron sobre la potencialidad de los conjuntos ergológicos para informar sobre prácticas tecnológicas, mecanismos de obtención y aprovechamiento de recursos, actividades desarrolladas en los sitios, aunque ?no era posible identificar, desde el punto de vista étnico, a quienes los elaboraron? (Pérez de Micou et al. 1992:55). Se encaró el estudio del uso del espacio regional en el que se integró la información procedente de los vestigios materiales recuperados en los sitios estudiados (Bellelli 1988; Pérez de Micouet al. 1992).Desde mediados de la década de los ´90 los trabajos se centraron en el estudio de los patrones de uso de recursos locales y no locales y la información que éstos brindan sobre movilidad y relaciones del área con otras regiones de Patagonia, se obtuvieron nuevos fechados radiocarbónicos (Bellelli y Carballido 1999; Bellelli 2000-2002) y se incorporó el análisis de los sedimentos de los sitios para resolver cuestiones cronológicas y de procesos de formación del registro (Morrás y Bellelli 1996). En los últimos veinte años se llevaron a cabo estudios zooarqueológicos (Fernández 2008, 2010, entre otros); se evaluó la organización de la tecnología lítica y las tendencias temporales que presenta (CarballidoCalatayud 2000-2002, entre otros); se estudiaron las fuentes potenciales o efectivamente utilizadas de rocas aptas y se identificó la procedencia de las materias primas usadas en el área delineando así el panorama general que presenta la base regional de recursos líticos (Bellelli et al. 2006; Stern et al. 2007, entre otros). Se estudiaron también los vestigios vegetales para contrastar hipótesis de territorialidad y estacionalidad y también abordar aspectos cronológicos a través de la datación directa de artefactos en fibra vegetal (Bellelli 2000-2002; Marconetto 2002; Pérez de Micou 2002a y b).Los ocho sitios estratificados excavados y/o sondeados en el área durante el período  reseñado (Ascheroet al. 1983; Bellelli 1988, 1994; Fisher 1984; Onetto 1987; Pérez de Micou 1979-1982; Pérez de Micou y Castro 2005) fueron caracterizados funcionalmente como campamentos con reutilización periódica variable, insertos en los circuitos de movilidad anual de los grupos cazadores-recolectores que ocuparon el área (Aschero et al. 1983; Bellelli 1991; Onetto 1987; Pérez de Micou 1979-1982; Pérez de Micou et al. 1992).La integración de las múltiples líneas de evidencia permitió diseñar un modelo cronológico inicial para la historia ocupacional del área. Está integrado por los denominados ?momentos tempranos? (entre 5000 y 3200 años AP) y los ?momentos tardíos? (entre 3000 y 450 años AP). Los primeros están caracterizados por una tecnología lítica de módulos laminares, sin bifacialidad y el uso de recursos locales. Los segundos presentan una tecnología bifacial importante y una ampliación de los rangos de acción, evidenciada por la presencia de macrovestigios y tecnofacturas vegetales alóctonos, por el uso de obsidiana proveniente de ca. 160 km y por la semejanza de algunos motivos rupestres con los registrados en el bosque del noroeste de Chubut (Aschero 1987, Bellelli 2005, Bellelli et al. 2006; Pérez de Micou 1988, Onetto 1987).Presente y futuroLa etapa actual de las investigaciones ha implicado nuevos relevamientos de sitios y otros bienes patrimoniales en ocasión de la elaboración del Plan de Manejo Integral del Área Natural Protegida Piedra Parada (Bellelli y Fernández 2009). Este trabajo permitió acceder a un nuevo y gran corpus de información que prácticamente duplicó la cantidad de sitios registrados en el área (133 sitios arqueológicos e históricos y hallazgos aislados). La mayoría corresponde a concentraciones de material lítico a cielo abierto y en superficie o bien a sitios con manifestaciones rupestres. Treinta y seis de los 133 sitios relevados tienen manifestaciones rupestres, en su mayoría pintadas. En ese marco se realizó el diagnóstico del estado de conservación de veinticuatro sitios con manifestaciones rupestres,que permitirá guiar acciones de trabajo futuras y que dio como resultado un escenario en el que ocho se encuentran en buen estado, diez en estado regular, tres en estado malo y tres en estado muy malo.Recientemente se comenzó un programa, en colaboración con la Universidad de Ghent (Bélgica) y la CONEA, para analizar la composición mineralógica de los pigmentos utilizados en el arte rupestre y la presencia de productos de la degradación y de la actividad biológica sobre las pinturas, a través de un Analizador Raman portátil que, además, permite obtener información crítica en campo respecto del estado de conservación de motivos, paneles y el sitio en general (Rousaki et al. 2017). De esta manera, además de las mediciones sobre los motivos pintados, se seleccionaron in situ aquellos sectoresafectados por diferentes procesos de alteración, en especial los de descomposición por ataque biológico y químico de los sitios Angostura Blanca, Campo Cerda 1, Piedra Parada 1 y Campo Moncada 1. La hematita (α-Fe2O3) es el cromóforo principal de las pinturas rojas en todos los sitios. La glauconita (responsible del color verde) se identificó en Angostura Blanca y en Campo Moncada 1. La cristalización de calcita (CaCO3) y yeso (CaSO4 ? 2H2O) aparece tanto en pinturas como en concreciones y en las superficies de las rocas. El yeso, cromóforo principal de las pinturas blancas, también puede ser producto de la posdegradación o acreción de la superficie de la pared, afectando el color y los motivos.En Piedra Parada 1 y Campo Moncada 1 se identificó oxalato de calcio que puede atribuirse la actividad metabólica de hongos, líquenes o bacterias. El análisis tanto de los motivos como de sus procesos de alteración permite avanzar sobre los procesos de producción de las manifestaciones rupestres, línea de investigación que necesita ser continuada ya que solo se han realizado mediciones en cuatro sitios y se han obtenido resultados para algunos procesos tafonómicos y para los tonos verdes, rojos y blancos, quedando todavía por dilucidar la composición de los motivos negros y amarillos/ocres.Asimismo, se realizó una re-evaluación de los fechados radiocarbónicos, calibrándolos con dos desviaciones estándar, lo que permitió proponer cuatro grupos cronológicos y tres hiatos entre ellos. Sobre esta base se reubicaron los hitos tecnológicos y variaciones en el uso de los recursos y del espacio que anteriormente se habían concentrado en estos momentos tempranos y tardíos (Bellelli y Guráieb 2017). En el marco de un proyecto recientemente financiado, nos proponemos continuar refinando este modelo cronológico a partir de nuevas excavaciones en la localidad arqueológica Barda Blanca, el fechado de materiales ya recuperados en otros sectores del área y la profundización de los aspectos cronológicosde las manifestaciones rupestres, intentando obtener precisiones sobre el momento denominado ?pregrecas? (Aschero 1983; Onetto 1987). En el eje espacial, planteamos profundizar y problematizar la información disponible respecto de la variedad y densidad de sitios y concentraciones de material arqueológico. Finalmente, evaluaremos los circuitos de movilidad de personas, bienes, ideas y genes para distintos momentos del Holoceno en una escala regional integrando la información con la de otras áreas y ambientes situados entre la cordillera y el valle (E-O) y entre éste y las mesetas y serranías de mayor altura relativa (N-S). Asimismo, ampliaremos los conocimientos sobre la dieta y el uso de los recursos alimenticios, la distribución del registro artefactual, la disponibilidad y distribución de las distintas materias primas, detectando indicadores de variabilidad tecnológica y estilística a lo largo de la secuencia. Se ahondarán aspectos bioarqueológicos y de las prácticas mortuorias. Finalmente, se continuará el trabajo iniciado durante la elaboración del Plan de Manejo mencionado que se centrará en la identificación de los bienes patrimoniales (arqueológicos e históricos).