Formas del ciberacoso y las consecuencias en las víctimas

JOAQUÍN LINNE

Ciudad de México

Conferencia; Ciclo de conferencias sobre el tema violencia digital, violencia hacia la mujer a través de las TIC; 2022

UNAM, Programa universitario de estudios de la diversidad cultural y la interculturalidad

Esta conferencia aborda las formas de ciberacoso y sus efectos en las víctimas. Existen distintos tipos de ciberacoso, como la estigmatización de mujeres y personas del colectivo LGBTIQ, muchas veces tras la difusión no consentida de imágenes íntimas. El ciberhostigamiento, que consiste en agredir o amenazar de modo reiterado a alguien. La difamación online, que alude a la creación o uso de perfiles en redes o en páginas web como Onlyfans o de streaming, como Pornhub, utilizadas con el fin de difamar, compartiendo información íntima de la víctima. Esta forma de ciberacoso a veces incluye la suplantación de identidad, que implica hacerse pasar por la víctima con el fin de dañar su reputación y bienestar físico-mental. El happy slapping, que consiste en grabar y difundir mediante WhatsApp o redes sociales una agresión física para burlar y humillar a la víctima. El grooming que trata del intercambio de imágenes íntimas entre un adulto y una persona menor de edad. La sextorsión, que suele implicar amenazas de difundir imágenes íntimas a cambio de favores sexuales o transferencias de dinero o bienes. La pornovenganza, cuando una ex pareja o ex amistad ciberacosa porque se sintió humillada ante el abandono o porque considera haber sido traicionada por la víctima. Las ciberagresiones pueden abarcar desde fines menos graves, como molestar, asustar, preocupar o entristecer a la víctima, hasta más extremos, como aterrorizar, aislar, manipular, humillar, horadar la autoestima o la reputación. Las consecuencias del ciberacoso son diversas: desde problemas psicosociales, afectivos y académico, pasando por alteraciones por un tiempo acotado de la conducta o el ánimo, hasta la depresión crónica, la deserción escolar o laboral, la expulsión de instituciones o el aislamiento social. Los efectos también son múltiples y variados, incluso en un mismo caso: ansiedad social e incremento inseguridad, paranoia, culpabilización de la propia victima (fuerte sentimiento de culpa y corresponsabilidad por el ciberacoso), aislamiento social (dejar las instituciones que se frecuentan y aislarse en su hogar o en su habitación), estress y burn out (sensación de cansancio y agotamiento crónico), ataques de pánico, trastornos físico-mentales como depresión, insomnio, ataques de ansiedad o de ira, bulimia o anorexia, ideaciones suicidas e incluso suicidios. Por lo extendido de estas problemáticas en las generaciones jóvenes, se considera que tanto las formas de ciberacoso como sus efectos, así como los riesgos del sexting y del envío no consentido de imágenes íntimas, deberían ser tema de discusión y aprendizaje en las escuelas mediante una sistemática enseñanza sexoafectiva integral.