INVESTIGADORES
GIL CARDEZA Maria Lourdes
congresos y reuniones científicas
Título:
ESTUDIO DEL ROL BIORREMEDIADOR DE HONGOS MICORRÍCICOS ARBUSCULARES AISLADOS DE SUELOS CONTAMINADOS CON CROMO DE ORIGEN ANTRÓPICO
Autor/es:
VIASSOLO R, GÓMEZ E, FERRI A, GIL CARDEZA ML
Lugar:
Rosario
Reunión:
Congreso; XVII Congreso y XXXV Reunión Anual de la SBR 2015; 2015
Resumen:
La acumulación en el suelo de metales pesados (MP) como el cromo (Cr) incide negativamente en los ecosistemas y en la salud de las poblaciones. El Cr es utilizado en varios procesos industriales. Existe en el suelo en dos estados de oxidación: Cr (III) y Cr (VI). El Cr (III) es beneficioso para la nutrición humana y tiene baja biodisponibilidad pues precipita en el suelo, mientras que el Cr(VI) es un carcinogénico de clase A, altamente soluble, móvil y por lo tanto biosdisponible. Con el objetivo de remediar los suelos de los MP un enfoque de biorremediación o fitorremediación ofrece una solución sustentable a largo plazo. Las plantas tienen la capacidad de detoxificar el suelo de MP acumulándolos en sus tejidos (fitoextracción) o favoreciendo la unión de los MP a diversos componentes del suelo (estabilización). Los hongos micorrícicos arbusculares (HMA) existen en asociación simbiótica con el 80% de las plantas terrestres. Las evidencias existentes que demuestran la presencia de importantes comunidades nativas de HMA en suelos contaminados con MP y los efectos positivos de los HMA en el crecimiento vegetal, sugieren tenerlos en consideración a la hora de diseñar proyectos de biorremediación. Estudios previos de nuestro grupo de investigación reportaron la presencia de Cr en la fracción de suelo enriquecida en glomalina, proteína producida por los HMA, que colabora con el agregado de partículas edáficas mejorando la retención de agua y que podría cumplir un rol como secuestrador de MP. El Objetivo fue estudiar el posible rol biorremediador de HMA aislados de suelos con elevado contenido de Cr. Para ello se realizó un ensayo en invernadero donde se confeccionaron macetas en las cuales se mezcló vermiculita estéril con cada uno de los inóculos de HMA, 10 macetas por inóculo. La mitad de cada inóculo (5 macetas) se trató con 250 μg Cr (III) y 8 μg Cr(VI) por g de suelo. Se utilizaron 2 inóculos: HMA aislados de rizósferas de Ricinus communis de suelos contaminados con Cr y de suelos no contaminados. Se sembraron semillas de R. communis en todas las macetas y al cabo de 4 meses se cosecharon las plantas y se determinaron las concentraciones de Cr total y Cr(VI) iniciales y finales en los suelos, la concentración de Cr total en los tejidos vegetales, el porcentaje de micorrización (%M) y la concentración de Cr total en la fracción de suelo enriquecida en glomalina. Los Resultados indican que %M fue mayor en las plantas inoculadas con HMA de suelos contaminados con Cr; las concentraciones de Cr total iniciales y finales fueron similares en ambos tratamientos mientras que la concentración de Cr(VI) al final del ensayo fue menor en los suelos inoculados con HMA de suelos contaminados. El contenido de Cr en los tejidos vegetales fue menor a la descripta para especies hiperacumuladoras de Cr (1000 μgCr*g-1 peso seco). La concentración de Cr en la fracción de suelo enriquecida en glomalina fue similar entre los suelos con ambas inoculaciones mientras que la concentración de glomalina fue mayor en los suelos inoculados con HMA provenientes de suelos contaminados. Los resultados sugieren que los HMA provenientes de suelos contaminados con Cr de origen antrópico son más eficaces en disminuir la disponibilidad de Cr(VI) en suelo y que el mecanismo que prevaleció fue el de estabilización por sobre el de fitoextracción.