INVESTIGADORES
BILLI Noelia
congresos y reuniones científicas
Título:
El afecto en el materialismo posthumano. Una vibración neutra entre Maurice Blanchot y Jane Bennet
Autor/es:
NOELIA BILLI
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Simposio; IV Simposio Internacional Pensar los afectos; 2018
Institución organizadora:
Núcleo de Estudios Sociales sobre la Intimidad, los Afectos y las Emociones (FLACSO, Argentina), Seminario permanente de estudios sobre género, afectos y política (SEGAP), Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires
Resumen:
El afecto ocupa un lugar destacado en los enfoques filosóficos que discuten con el privilegio ​atribuido a  la razón en la definición tanto del ser humano como de​ las dinámicas que lo tienen como protagonista. En el amplio espectro de sus formulaciones contemporáneas, quisiera inscribir esta intervención entre aquellas que plantean una noción de afecto que atraviesa los diversos modos de existencia, es decir, que puede ser asignado tanto a lo humano como a lo que no lo es. La tentativa será abordar la cuestión desde una perspectiva materialista posthumana, según la cual el afecto es impersonal (en cuanto no es una prerrogativa humana, no puede ser atribuido exclusivamente a la persona o a una subjetividad) y ligado a vibraciones propias de la materia que constituyen lo que hay. En este enclave, el afecto no puede ser reducido a "contrapeso" de la razón (con la cual formaría una especie de pareja cuyo mayor mérito consistiría en la reedición del dualismo alma-cuerpo), pero tampoco a adversario "silencioso" del lenguaje (como si éste excluyera la dimensión afectiva). Para avanzar en esta caracterización, analizaremos el modo en que lo afectivo emerge con y en "la cosa escrita" en el pensamiento de Maurice Blanchot. Allí el afecto integra un campo de fuerzas impersonal y neutro del cual ni el lenguaje ni el cuerpo se hallan excluidos. En este sentido, es posible pensarlo como una dimensión que no se agota en la asociación a lo corporal, ni en la oposición a la razón o al lenguaje (así pues, no podría caracterizarse como una fuerza "elemental" en el sentido metafísico del término). En Blanchot, el afecto es lo neutro porque, siendo una fuerza, la energética que orquesta nunca puede ser reconducida a una subjetividad o asignada a un sujeto. Por esta vía, los afectos parecen constituir una potencia que no es de alguien sino que re-existe en lo que hay. Esta lectura nos permitirá acercar el pensamiento blanchotiano al materialismo vibratorio de Jane Bennet, según el cual el afecto es radicalmente impersonal en la medida en que se identifica con la energía (desmultiplicada, fragmentaria, siempre diferente a sí misma) que la materia es. El enfoque no antropocentrado de Bennet es interesante por cuanto argumenta que el afecto impersonal (en tanto vibración de la materia) permite pensar la acción como algo no dependiente de la deliberación (y por ende, no dependiente del juicio humano), sino como su condición de emergencia (y en tanto tal, posible para una diversidad de modos de existencia no humanos). Como veremos, lo afectivo parece florecer cuando es concebido como vibración neutra en el marco de perspectivas no antropocentradas, pues de ese modo permite comprender la complejidad de la dinámica co-operativa de las lógicas de existencia (animales, vegetales, minerales) que informan lo que hay.