Ni ciegos ni mudos: el mapa insubordinado. Materialismo posthumano en Verboamérica

NOELIA BILLI

Buenos Aires

Seminario; X Seminario Internacional Políticas de la Memoria "Memoria, arte y política"; 2017

Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti (Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos - Ex ESMA)

"Dar vuelta el mapa", supone redistribuir el "poder" entre los seres humanos que pueblan el planeta, haciendo de ello la clave de bóveda de un estar-con-la-tierra sin conflictos, es decir: contrarrestar el dominio europeo de la tierra (que adquiere la forma de la conquista) reemplazándola por una suerte de generalización de la figura del "explorador" que en lugar del mando "a distancia" hace prevalecer la experiencia directa.En ambos casos, se trata de reunir a los hombres en un mismo plano: el de la superficie terrestre. Sin embargo, cabe preguntarse si esta es la única manera de entender las obras que forman parte de este núcleo de Verboamérica.Por caso, cuando se dice que "dar vuelta el mapa implica rediseñar las representaciones del poder", se practica la inversión como manera privilegiada de la rebelión. Pero el poder no es sólo una administración del Estado o la dirección de los barcos (de Europa o EEUU hacia aquí), sino también un modo de mirar: aquello que se designa como visible e invisible, y sobre todo lo que se hace con lo que pretende esconderse.En este sentido, "dar vuelta el mapa" podría suponer una presión por transformar el régimen de visibilidad: lo que está abajo no está escondido, no puede ser reducido a soporte económico o simbólico, no es "lo profundo". Lo que está abajo tiene un modo de existencia que altera el régimen visual y enunciativo: enterrados como estamos en la basura, o en las plantaciones de monocultivo extensivo y en las minas a cielo abierto, florecen ojos y bocas, no estamos ciegos y mudos.