La poesía como máquina de memoria desobrada. El sexo de las piedras, de Fernando Araldi Oesterheld

NOELIA BILLI; PAULA FLEISNER

Buenos Aires

Seminario; VIII Seminario Internacional Políticas de la Memoria "Memoria. Verdad. Justicia. Debates y políticas de memoria en Argentina"; 2015

Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti (Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos - Ex ESMA)

A propósito de El sexo de las piedras, de Fernando Araldi Oesterheld, nos proponemos pensar la poesía como un modo de ejercicio de la memoria que ya no puede ser escrita y archivada para su conservación en un contenido definitivo. La máquina poética abre a otra dimensión de la memoria en donde es posible hacer jugar lo inolvidable sin reducirlo a lo memorable, pues el poeta se mueve siempre en la tensión entre el recuerdo de lo que quiere olvidar y el olvido de lo que busca recordar. Si, como sostiene Agamben, la poesía ofrece una experiencia de la lengua en la que el poeta permanece fiel a lo que no puede ser tematizado pero tampoco olvidado, es quizás por la relación extraña que las palabras consiguen establecer con lo que no está meramente presente pero tampoco ausente. Así pues, la imagen poética apuntaría a conformar una presencia espectral que, lejos de la individualización de los contenidos de memoria, circula transformándose y transformando el mundo en su contacto. En este sentido, la opera prima de Araldi Oesterheld nos ofrece la presencia imposible de sus padres (desaparecidos durante el terrorismo de Estado de la última dictadura cívico-militar) a través de imágenes que, al decir de Blanchot, restituyen su invisible "realidad de tierra", su invivible "materia-emoción".