Ontología y política. Una relación sexual

NOELIA BILLI

Jean-Luc Nancy. Arte, filosofía, política

Prometeo

Lugar: Buenos Aires; Año: 2013; p. 47 - 62

Cuando se habla, en el contexto de lo que podría llamarse una filosofía postnietzscheana francesa , de la relación entre filosofía y política, se dicen muchas cosas, de muy distinta índole, razón por la cual el abordaje y la elección de las categorías adquiere un carácter matricial para la elaboración de una perspectiva. Una perspectiva de izquierdas en el campo intelectual, y el filosófico en particular, debe esforzarse por recuperar, replantear y actualizar un materialismo. Es decir, si es posible pensar lo que llamaré de aquí en más ´ontología(s)´ y ´política(s)´ desde una perspectiva de izquierdas (y con esto quiero decir: en lucha contra el sacrificio de los cuerpos humanos o no, vivos o no en el altar de la Razón, el Espíritu, la Ley, la Patria, pero especialmente el Capital), ello debe hacerse contra todo tipo de idealismo. Con idealismo no me refiero solamente a la corriente filosófica alemana, sino que más bien lo utilizo en sentido amplio, a fin de agrupar todas aquellas formas de concebir lo que hay y diagnosticar el presente que operan por medio de binarismos jerarquizantes ideal-material, según los cuales el polo ideal (en todas sus variantes tropológicas) se constituye como el real o el fundamento, haciendo de la materia (tanto la humana como la no-humana) su accidente, su contingencia, su accesorio. Por supuesto, a este materialismo propuesto debe acompañarlo un desplazamiento de todo binarismo (dialéctico o no), porque lo que justamente hay que poner en cuestión es esa operación mediante la cual se pretende delimitar, separar, oponer de manera excluyente dos ámbitos cualquiera, para luego hacerlos desfilar por la escena del fundamento.