INVESTIGADORES
KRETSCHEL Veronica
congresos y reuniones científicas
Título:
Normalidad y anormalidad en la experiencia del embarazo desde la fenomenología concreta husserliana
Autor/es:
KRETSCHEL, VERÓNICA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; XIX IAPh Conference: Feminisms Today, Argentina; 2023
Resumen:
El sistema biomédico considera que un embarazo en perfecto estado de salud es un embarazo de bajo riesgo. Con lo cual, todo embarazo que es transitado en el marco de una institución de salud implica la anticipación y prevención de riesgos posibles. La experiencia del embarazo vivida en estas condiciones supone una normalidad (la salud) que permanentemente puede alterarse y volverse anómala. Para que esto no ocurra la persona embarazada debe someterse a una serie de controles y procedimientos que hacen que su propia normalidad, entendida tanto como la vida que llevaba antes de estar embarazada, como la vida posible de un embarazo sano, resulte una suerte de cuerda floja sobre la que debe moverse con el máximo cuidado posible. La recomendación de llevar una vida normal durante el embarazo se vuelve abstracta, en la medida en que parte significativa de las actividades y de los consumos que esa persona podía realizar y que estaban en función no solo de sus necesidades biológicas o socio-laborales, sino sobre todo en relación con sus intereses y modo de vida, deben ser restringidos o, al menos puestos en consideración. Es posible afirmar que respecto al embarazo se ponen en juego distintas nociones de normalidad en muchos casos contrapuestas. Mi objetivo en esta propuesta es analizar esas nociones con el propósito de obtener una noción de normalidad que le dé voz a la experiencia de la persona embarazada. Considerando que, incluso en el marco de una institución de salud, esa voz es relevante y prioritaria.La fenomenología del embarazo comienza a delinearse como un ámbito propio de investigación a partir del texto de Iris Marion Young “Pregnant embodiment”. Al día de hoy tan retomado como criticado, no puede dejar de ser considerado fundacional para este ámbito. La tesis central de Young es que la experiencia de la maternidad pone de relieve aspectos de la subjetividad en sí misma (sea gestante o no), desdeñados o mal comprendidos por la tradición filosófica. Por un lado, la experiencia del embarazo rompe con los dualismos de la metafísica tradicional (i. e.: sujeto-objeto; interior-exterior). A su vez, muestra la fragilidad de la unidad yoica, en este caso quebrada por la experiencia de la gestación. La filósofa afirma que la persona embarazada se vive a sí misma como siendo “mí misma en el modo de no ser mí misma”. Junto con esto, experiencia su cuerpo como “un otro que es, sin embargo, mi cuerpo”: “vivo mi interior como el espacio de un otro, pero, aún así, como mi propio cuerpo” (1984, 49). Según esto es que se asume que el embarazo se vive como una experiencia de alienación, dado que el cuerpo ya no opera sólo en relación con las funciones fisiológicas de la persona gestante, sino que se enajena en pos del desarrollo de otro ser vivo que la habita. La vivencia de la alienación propia del embarazo ha sido, quizá, la tesis más retomada del ensayo de Young. No solo porque expresa una vivencia patente de las personas embarazadas, sino también porque permite criticar el rol social atribuido típicamente a las mujeres y sus sentimientos tradicionalmente asociados; i. e. : la plenitud atribuida al embarazo, el amor inmediato que deben despertarle a la madre los hijos, la vocación materna como una aptitud biológicamente dada. El hecho de poner el acento en la alienación, sobre todo, a partir de relatos de personas que pasaron por esa experiencia, ha ofrecido la posibilidad de cuestionar todos estos condicionamientos y de re-pensar la experiencia de la maternidad. La caracterización del embarazo como situación alienante nos conduce, por una parte, a pensar las relaciones que se establecen entre el cuerpo propio de la persona gestante y el de la persona gestada. Pero, por otra, a la posibilidad de pensar el embarazo en términos de normalidad o anormalidad. El embarazo implica transformaciones permanentes en la persona gestante, con lo cual el modo en que está persona vive se ve alterado. Lo que puede y no puede hacer cambia, como se ve y como la ven los otros cambia, qué espera de ella la sociedad también. Estos cambios, con todo, pueden ser calificados como normales o anormales. Como se indica más arriba, en términos del sistema de salud, por ejemplo, si bien el embarazo no es una enfermedad, es una situación que implica un cuidado casi permanente de la salud de la persona gestante. El par de conceptos normalidad-anormalidad resulta un eje plausible para pensar esta experiencia. Desde un punto de vista husserliano, la normalidad funciona como un eje que atraviesa todos los tipos de vivencias. En este sentido, se buscará relacionar el abordaje teórico de este concepto con la experiencia del embarazo a partir de las situaciones contrapuestas que se mencionaron al comenzar este resumen.