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EVALUACION INSTITUCIONAL Toda política de evaluación institucional universitaria debe asumir la historia de la Universidad en general y su historia propia de la evaluación en particular, recuperando y elevando a un nuevo nivel de conciencia, las experiencias y los procesos evaluativos previamente existentes [1] La evaluación institucional universitaria posee una historia, tanto en términos de los debates en torno a la misma, como en lo que respecta a las prácticas de las Universidades. Ignorar esta historia, suponer que la evaluación institucional es una ´novedad´ sin precedentes significa por un lado, un desacierto desde el punto de vista científico social y, por el otro, puede llevar a opciones no pertinentes en la formulación de una política y de líneas de acción en la materia. Una política de evaluación institucional no puede partir de la visión de la Universidad y de la propia evaluación como si se tratasen de una tabula rasa. Debe contemplar tanto la sociogénesis de la institución como la sociogénesis de la evaluación dentro de la institución, a fin de que las propuestas y sistemas de ellas derivados resulten adecuados, consistentes con las particularidades e idiosincracia institucionales. También, asumir la historia y el presente de la institución significa que toda política de evaluación universitaria debe tener muy en cuenta las condiciones reales de trabajo de los docentes, investigadores y alumnos, empleados en condiciones históricamente configuradas y de impacto directo sobre la calidad de las tareas. En este sentido, habría que considerar aspectos tales como la economía universitaria, aunque es imposible abordarlo con la profundidad que merece si no se lo vincula con el papel del Estado, el derecho a la educación y el rol de la Universidad actual. Es necesario asumir que sólo desde el Estado se está en condiciones de garantizar la igualdad de acceso al saber por parte de la mayoría de la población, que de otro modo sería apropiada en forma diferencial y oligopólica. Es decir, la función principal del sistema público de educación es garantizar el acceso universal a la educación de las personas que integran la sociedad. Además, la gratuidad de la enseñanza y el libre acceso al saber han sido acontecimientos paralelos y de extraordinaria significación y que han aportado a la consolidación del sistema democrático argentino. La evaluación de calidad está dada no sólo por la consideración de la formación de profesionales, científicos y dirigentes, sino por la estimación de los aportes de la investigación y el consiguiente aumento de la productividad material y social del sistema, como así también de su traslado a la sociedad. Este enfoque de calidad tiene un significado mucho más amplio, está despojado de la concepción económica - utilitaria y vincula al subsistema universitario con el conjunto del sistema social. Objetivos de la evaluación institucional de la ECI Objetivo central: Institucionalizar el proceso de evaluación institucional, no sólo como respuesta al requerimiento planteado desde la Ley 24.521 de Educación Superior sino fundamentalmente como espacio y tiempo de reflexión sistemática acerca de cómo ha sido hasta el presente el trabajo educativo que la Institución ha realizado. Objetivos complementarios: Proveer información a la Unidad Académica acerca de los factores que inciden en las variables sometidas a análisis, de modo tal de generar acciones sobre aquellos que el propio sistema pueda actuar, recuperando así el plano de intervenciones posibles. Promover investigaciones sobre áreas críticas que se vayan presentando, relacionadas al tema del mejoramiento de la calidad de la educación. Garantizar y promover la divulgación y uso de los resultados de la evaluación por parte de los diferentes actores institucionales como medio para la generación de propuestas alternativas y estrategias generales. Iniciar el montaje de los dispositivos necesarios para la institucionalización de la evaluación de la calidad, mediante el desarrollo de estrategias de acción y de aspectos técnicos. Enfoque y criterios generales que guían la evaluación institucional Desde un enfoque interpretativo y crítico, en el que se considera la evaluación como una actividad decisiva para el análisis, valoración y transformación de la realidad educativa institucional, tanto en lo que a procesos como resultados se refiere, se inscribe a la misma en el paradigma de aprendizaje institucional, considerando que debe ayudar a la ECI a convertirse en una organización inteligente, flexible y abierta al aprendizaje sobre sus propios procesos y resultados. Los criterios en que se basa la Evaluación Institucional son: · Análisis de naturaleza global y comprensiva: se toman en cuenta todas las dimensiones estructurantes de la Unidad Académica y las diferentes visiones que los actores formulan y expresan desde distintas posiciones. · Carácter axiológico de los análisis que se realizan: Los análisis no son neutrales; se efectúan desde cierto marco de referencia que comportan valores y compromisos. · Continuidad: Se refiere a la permanencia y periodicidad de las acciones de recolección de información y análisis valorativo a fin de garantizar la instalación de una cultura de la evaluación. · Participación: Se refiere a la intervención activa y voluntaria de los diferentes actores institucionales en el procesos que deseen conocer y comprender la naturaleza real de sus intervenciones y las consecuencias y efectos que éstas producen, puesto que se parte de considerar la evaluación no como un proceso externo e impuesto sino como una exigencia interna de mejora y perfeccionamiento. · Complementariedad: Implica la utilización de diversos enfoques y criterios metodológicos para realizar la evaluación permitiendo la producción de información y análisis críticos. · Flexibilidad: Los elementos intervinientes en el proceso se adaptarán a la naturaleza, necesidad y alcance de la información y tipos de análisis que se requieran en cada situación. Los beneficios que se esperan de la evaluación institucional son: · Fortalecer la formulación de políticas y la capacidad de gestión a nivel institucional y curricular de la Unidad Académica con base en un proceso de evaluación que brinde información oportuna, relevante, válida y confiable acerca de la realidad de las dimensiones consideradas. · Configurar un claro estado de situación en lo que se refiere al Plan de Estudio actualmente vigente, procesos y logros a nivel de la enseñanza y el aprendizaje, factores y componentes mediadores que inciden sobre ellos (ya sean procesos socioinstitucionales, de gestión, pedagógicos, contextuales, etc) · Movilizar la atención, participación y compromiso de los diferentes actores institucionales en pos de la elaboración y construcción colectiva de visiones institucionales que permitan a la ECI mejorar la calidad de su proyecto educativo actual. Políticas y líneas de acción: Las políticas de evaluación que a continuación se presentan constituyen cursos de acción dirigidos a la institucionalización de la evaluación para el mejoramiento de la calidad de la Universidad. 1. Descripción y evaluación curricular. 2. Descripción y análisis del claustro estudiantil. 3. Descripción y análisis del claustro egresados. 4. Descripción y análisis del claustro no docentes. 5. Descripción y análisis de la función docente. 6. Evaluación de la función investigativa. 7. Evaluación de la función de extensión. 8. Toma de decisiones y gobierno. 9. Economía de la unidad académica.

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