INVESTIGADORES
SUÑOL Viviana
congresos y reuniones científicas
Título:
Mimesis: entre la expresión y la imitación.
Autor/es:
SUÑOL, VIVIANA
Lugar:
Ouro Preto, Brasil
Reunión:
Congreso; XII Congreso de la Federation Internationale des Associations d`Etudes Classiques; 2004
Institución organizadora:
Federation Internationale des Associations d`Etudes Classiques (FIEC)
Resumen:
En la portada del último libro publicado por Stephen Halliwell titulado “The Aesthetics of Mimesis. Ancient Texts and Modern Problems”[1] se reconoce a simple vista una obra de Picasso, correspondiente al período cubista. A propósito de este libro, Martha Nussbaum señala que el autor demuestra mediante el mismo que “the ancient Greek tradition of arguing about mimesis is not the crude and single-minded defense of literal copying that many have seen in it. It is, rather, a highly complex tradition of debate and contestation, in which questions of foundational importance about artistic meaning are repeatedly confronted”.[2] Este relato en principio anecdótico revela la actualidad del debate sobre este complejo concepto, del que no se han podido establecer con certeza sus orígenes etimológicos. Para muchos filósofos y críticos contemporáneos, la noción griega de mimesis es un mero vestigio del pasado, algo más que una columna rota de un edifico largamente desvencijado, una triste y obsoleta reliquia de antiguas certezas. Incluso la estética contemporánea ha construido su propio relato sobre el devenir histórico de este concepto, que forma parte de su lejana prehistoria.[3] Paulatinamente, este concepto se fue tornando cada vez más ajeno a la Estética hasta convertirse en una noción a la vez, epistemológica e ideológicamente sospechosa. La reflexión estética y aún el arte vive una era  supuestamente “postmimética”. Tras este relato, que de forma convincente y acabada, precisa las circunstancias de la defunción de este pariente lejano (y como veremos rico) de la estética moderna, se ocultan substanciales “secretos” de familia. Esta contienda familiar que atraviesa inmensas distancias culturales– desde el Renacimiento hasta la Modernidad- es simplemente la disputa por su herencia conceptual. Básicamente, el debate mimeticista se ha planteado en la oposición entre la idea de “copia” o “imitación” (de la naturaleza), cuyo paradigma estaría dado por las artes visuales, y la idea de “expresión” de los estados del alma y de las formas de vida, (Formwendung des Seelischen) y cuyo modelo estaría dado principalmente por la música. En este trabajo, intentaremos mostrar que esta oposición simplificada que ha determinado toda la Wirkungsgeschichte de este concepto comienza ya en su pasado clásico. Platón, ha sido el gran iniciador del debate mimeticista, por cuanto que en la República II-III y X encontramos claros testimonios de esta dualidad. Por su parte, Aristóteles en su Poética confiere un territorio propio y claramente demarcado a la actividad mimética como forma de conocimiento, pero que es depositario de esa originaria dualidad platónica. En realidad, esta indagación intenta mostrar que lo que está en juego detrás de la evasiva noción de mimesis no sólo es la relación entre el arte y la realidad, sino también su naturaleza y finalidad. Aún si renunciáramos al lenguaje de la mimesis, sería ineludible transitar por el largo camino de su historia para comprender esta cuestión. [1] Halliwell, S.; (2002), The Aesthetics of Mimesis. Ancient Texts and Modern Problems, Chicago, The University of Chicago Press. [2] “La antigua tradición griega de argumentar sobre la mimesis no es la ordinaria y resuelta defensa de una copia literal, que muchos han visto en ella. Antes bien, es una compleja tradición de debate y de controversia, en la cual cuestiones de fundamental importancia sobre el significado artístico son continuamente presentadas”. Cfr. Halliwell, S.; Op.Cit., contratapa. [3] Según este relato genealógico, luego del extenso exilio medieval, la mimesis reapareció en pleno Renacimiento para constituirse en uno de los pilares del arte renacentista, como el eje central de una “prolija” reconstrucción canónica del legado clásico. Sin embargo, a pesar de esta pretendida prolijidad, ya la reflexión renacentista inicia una larga historia de errores, confusiones e interpretaciones equivocadas sobre la mimesis, pero que a su vez sedimentarán en una prolongada historia de apropiaciones y desapropiaciones que conformaran la compleja historia cultural de este concepto. La paradigmática comprensión de la mimesis en los términos de la imitación de la naturaleza se prolongará hasta su repudio romántico.