Villas a fin de siglo, el desarrollo simultáneo de dos tendencias contrapuestas

VALERIA SNITCOFSKY

Montevideo

Seminario; III Seminario Miradas históricas y contemporáneas sobre la desigualdad y la pobreza en Uruguay y América Latina; 2023

Universidad de la República de Uruguay (UDELAR)

Durante la década de 1980, se inició en las villas de Buenos Aires el desarrollo simultáneo de dos tendencias contrapuestas: una, que operó claras mejoras sobre las condiciones de vida de sus habitantes y otra, cuyos impactos fueron particularmente adversos. La primera de estas tendencias se vinculó con la posibilidad de una radicación definitiva de las villas en los mismos lugares donde estaban establecidas. Esta posibilidad fue habilitada por un contexto externo favorable, signado por el descrédito de los desalojos masivos y el apoyo financiero por parte de los organismos internacionales a los proyectos tendientes a introducir mejoras en estos espacios urbanos, evitando la expulsión compulsiva de sus habitantes hacia zonas periféricas. A su vez, esta idea fue impulsada con fuerza por nuevas organizaciones conformadas en las villas, que la asumieron como su principal bandera, y fue apuntalada también desde el Estado, que en sus distintos niveles fue dando lugar al desarrollo de una nutrida normativa en este sentido. Las mejoras que esta primera tendencia implicaron para la población de las villas, se vieron contrarrestadas por otra, de signo inverso. En primer lugar, la intensa y prolongada violencia ejercida sobre la población de las villas durante la última dictadura, tuvo como consecuencia una creciente desmovilización y que transformó los vínculos entre las organizaciones locales y el Estado, erosionando la legitimidad de las representaciones locales. A su vez, durante este período empezó a vislumbrarse en las villas el problema de la droga, agravado por los niveles inéditos de desempleo, que debilitaron las formas tradicionales de solidaridad, nacidas en los lugares de trabajo. En este contexto, y como legado de la hiperinflación que tuvo lugar hacia fines de los ochenta, surgieron en las villas nuevas formas de organización nacidas del hambre: los comedores comunitarios, que durante los años siguientes irían desplazando gradualmente a las antiguas comisiones vecinales.