Bernard Shaw y el socialismo utópico

JULIETA PACHECO

Facultad de Filosfía y Letras-UBA

Jornada; I Encuentro de estudiantes de Letras; 2005

Según Christopher Caudwell[1][1], la ideología fabiana representa el renacimiento del socialismo utópico. Engels en Del socialismo utópico al socialismo científico concibe a este último como  el intento de construcción de un nuevo sistema social que se implantaría “desde afuera[2][2]”. En esta ponencia, realizaremos una aproximación a la ideología fabiana a fin de testear estas afirmaciones de Caudwell, a partir de dos obras de George Bernard Shaw[3][3]. La primera, Hombre y Superhombre, es la representación ficcional, teatral, del programa fabiano, por lo tanto, pertenece a lo que se conoce como “teatro de tesis”. La segunda, Guía política de nuestro tiempo, es la expresión literal de esas tesis, del programa de los fabianos. Las preguntas que guían esta lectura son: ¿cómo es el proceso del cambio social?, ¿quién es el sujeto de ese cambio? y ¿cuál es el lugar de los intelectuales en dicho proceso?             Mi hipótesis es que ni Bernard Shaw ni los fabianos son socialistas utópicos porque creían que el socialismo llegaría a través de reformas parciales y no de una ruptura. Son reformistas con un lenguaje positivista y evolucionista. [1][1] Caudwell fue un intelectual marxista, dedicado sobre todo a la crítica literaria. Entre otros textos escribió Una cultura moribunda: la cultura burguesa (Grijalbo, México, 1970), una colección de ensayos, de los cuales utilizamos aquí el dedicado a Bernard Shaw. [2][2] Engels explica que el socialismo utópico crea proyectos de sociedades ideales, inspirados en móviles humanistas, pero no comprenden  la esencia de la explotación de los obreros, ni el papel histórico que desempeña el proletariado. Tampoco comprenden las leyes del desarrollo social. Sus mayores exponentes son: Saint- Simon, Fourier y Owen. Con sus diferencias, ninguno de los tres actúa como representantes de los intereses de la clase obrera. Marx y Engels se diferencian de esta corriente al convertir el socialismo en una ciencia, pues demuestran que es el resultado necesario del desarrollo de la sociedad capitalista y la lucha de clases del proletariado, cuya misión histórica consiste en destruir el capitalismo y construir la sociedad socialista. Engels, Federico: Del socialismo utópico al socialismo científico, Pasado y Presente, Córdoba, 1973, p.p. 44-45. [3][3] Shaw nació en 1856 en Dublín y murió en 1950 en Londres. Participó activamente en las actividades de la Sociedad Fabiana, fundada en 1884 por el matrimonio Webb; y de hecho, fue uno de sus principales representantes. Cumplió un rol fundamental en la propaganda y divulgación del programa fabiano. Su fama le deparó el Premio Nobel en 1925. Publicó la obra Hombre y Superhombre en 1903, según aparece en la epístola dedicatoria del libro. El texto se reeditó con una posdata en el año 1933, donde confirmó y completó su posición.