Transmisión de una endocianobiosis en Pomacea canaliculata: Dónde, cuando y cómo.

E KOCH.

Tupungato

Workshop; POMACEA; 2007

El simbionte de P. canaliculata cuyo modo de transmisión nos ocupa, es una cianobacteria afín al género de vida libre Microcystis (Cyanobacteria, Chroococcales) que tiene dos morfotipos (C y K) y que habita dentro de ciertas células alveolares de su glándula digestiva y que es eliminada en grandes cantidades en la materia fecal. Los morfotipos K, por su parte, pueden sobrevivir la muerte del huésped dentro de la concha. Comenzamos por buscar algún otro lugar del tracto digestivo, fuera de la glándula digestiva, en que los cianobiontes se reprodujeran activamente, ya sea dentro o fuera de células del caracol. Las disecciones de material fresco y fijado, explorando vericuetos de un tracto digestivo complejo, así como el ulterior análisis microscópico de algunos sectores sospechosos, salvo la luz de éste, fueron negativas. En cuanto al momento del establecimiento de la endocianobiosis en la nueva generación, la búsqueda estuvo acotada por observaciones previas que habían indicado que los morfotipos C eran liberados a la materia fecal hacia el 7 día posterior a la eclosión. Hecho que es anticipado, 2 a 4 días antes, por un viraje de color de la glándula digestiva, de un rojo semejante al del albumen, a un marrón verdoso semejante al pigmento de los morfotipos C. En el adulto, los morfotipos C están incluidos dentro de las células columnares, mientras que los K aparecen asociados a las células piramidales. Las células precursoras de ambos tipos celulares del adulto (pre-columnares y pre-piramidales) se observan diferenciadas ya en los embriones tres días antes de la eclosión. Sin embargo, los juveniles ya muestran corpúsculos C hacia el tercer día posterior a la eclosión mientras que los corpúsculos K hacia la segunda semana de vida. Respecto de cómo se transmite la endocianobiosis de una generación a la siguiente, conviene primero distinguir las vías designadas como “horizontal” y “vertical”. La “horizontal” se utiliza cuando el huésped adquiere el simbionte de otros individuos contemporáneos que ya lo portan, o que lo han eliminado al ambiente que comparten. La “vertical”, en cambio, implica la transmisión directa madre-progenie, y es mucho menos frecuente, interpretándosela, en general, como de una mayor antigüedad evolutiva, y de una simbiosis plenamente establecida. Por tanto, y para poner a prueba la hipótesis de una transmisión exclusivamente horizontal, intentamos bloquear esta forma de transmisión, mediante la obtención y cultivo asépticos de juveniles. Dado que sus alvéolos glandulares se cargaban de corpúsculos simbióticos durante la primera semana posterior-eclosión, y que comenzaban al mismo tiempo a eliminarlos en la materia fecal, pasamos alternativamente a explorar la hipótesis de una transmisión vertical. Al no resultar obvia, morfológicamente hablando, la presencia en los huevos o embriones de alguna forma reproductiva cianobacteriana, buscamos detectar en ambos, secuencias de bases correspondientes al gen que codifica para el rRNA 16S, mediante sondas generalizadas para la clase Cyanobacteria. Obtuvimos así fragmentos de DNA que fueron secuenciados y mostraron ser iguales a los obtenidos de corpúsculos C de adultos.