INVESTIGADORES
PENCHASZADEH Ana Paula
congresos y reuniones científicas
Título:
Soberanías heridas de muerte. O acerca de la potencia de la castración
Autor/es:
PENCHASZADEH, ANA PAULA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Otro; COLOQUIO INTERNACIONAL JACQUES DERRIDA ?LA SOBERANÍA EN CUESTIÒN?; 2014
Institución organizadora:
IIGG-FCS-UBA/CIECS-CONICET-UNC
Resumen:
La deconstrucción de la política que Derrida propone mantiene un compromiso constante con la democracia y no le hace el juego al desmantelamiento y a la deslibidinización neoliberal de las instituciones y de las leyes. La praxis política deconstructiva se despliega en la paciencia de los conceptos y de las prácticas, asumiendo aquí y ahora el sentido profundo del carácter trágico o paradojal (autoinmunitario) de todo pro-yecto político. En este sentido, la soberanía abarca tanto una dimensión propiamente "política", asociada a la posibilidad de un cierre sobre sí del cuerpo político (que tan bien ha definido la tradición teórico-política de la modernidad), como una dimensión ontológico-filosófica en relación al problema más general del sujeto y de la autonomía (la ipseidad, la racionalidad, la identidad) . Derrida lo confunde todo y no se detiene ante ninguna frontera prefijada. En el concepto de soberanía se abisman las diferencias entre lo humano y lo animal (la con-fusión del soberano y la bestia como figuras fuera-de-la-ley), lo público y lo privado (el borramiento entre lo apropiado y lo inapropiado y la emergencia en la esfera pública de figuras que otrora estaban confinadas al ámbito de lo privado), lo vivo y lo muerto (el carácter espectral de toda investidura de poder, su capacidad de presentar/difiriendo las figuras ausentes del padre/amo/anfitrión), el bien y el mal (la incondicionalidad de la soberanía abre la política al acontecimiento, a la llegada del otro, antes de toda constitución del yo, antes de toda soberanía o cierre sobre sí). La soberanía se encuentra atravesada por un otro radical no apropiable ni anticipable. De ahí, entonces, que la democracia por venir hunda sus raíces en una soberanía, en una autoposición, siempre-ya asediada, desfondada y en cuestión.