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En trabajos precedentes se indagaron las fluctuaciones de los precios de los comestibles y de los ingresos de los trabajadores, demostrando que las primeras décadas del siglo XX representaron un período de incremento generalizado de los valores de los alimentos, que redundó en una pérdida de poder adquisitivo de los sectores populares de la ciudad de Córdoba, que alcanzó su punto más crítico en 1913-1921. En este marco, el presente trabajo examina la intervención estatal sobre los precios de los alimentos en Córdoba entre 1900 y 1930. Se sostiene que en el transcurso de estas décadas, el Estado cordobés motorizó iniciativas intervencionistas de diversa índole sobre los precios de los alimentos, intentando propiciar su abaratamiento. Se recurrió alternativamente a la política tributaria, la regulación de precios, el abastecimiento por los poderes públicos, entre otros instrumentos. Por diversas circunstancias, pero especialmente por el carácter exógeno de las principales causas que condicionaban los precios de los alimentos, las medidas de los poderes públicos se mostraron ineficaces para detener el movimiento alcista de los valores de los comestibles. Desde mediados de la década de 1910, las intervenciones públicas sobre los precios se tornaron más intensas y frecuentes que en los tiempos precedentes y aparecieron nuevos instrumentos, como la fijación de precios máximos, pese a que los resultados alcanzados siguieron siendo pobres. Las circunstancias económicas y sociales que se dibujaron desde ese momento fueron legitimando una mayor proyección del Estado sobre el mercado. Esto no obedeció a que los sectores dirigentes abjuraran de sus principios liberales, sino a la flexibilidad con que los sostenían frente a las circunstancias concretas de la economía. Si bien es cierto que esas convicciones liberales perdieron algo de vigor desde la Primera Guerra Mundial, también lo es que nunca constituyeron un dogma en la Córdoba de entre siglos.

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