INVESTIGADORES
GONZALEZ DENISELLE Maria Claudia
congresos y reuniones científicas
Título:
Progesterona: Rol neuroprotector en el sistema nervioso central
Autor/es:
DE NICOLA A. F.; GONZALEZ DENISELLE, MC; GARAY L; GONZALEZ SL; LABOMBARDA F
Lugar:
Cordoba, Argentina
Reunión:
Congreso; V Congreso de la Federación Argentina de Sociedades de Endocrinologia (FASEN); 2004
Institución organizadora:
FASEN
Resumen:
El sistema nervioso central (SNC) es un blanco aceptado para las hormonas esteroides, ya que expresa receptores en zonas anatómicamente relacionadas a la funciones específicas de cada tipo de hormona. En forma adicional, el SNC expresa las enzimas necesarias para la síntesis de sus propios esteroides, denominados ?neuroesteroides? por Baulieu.1 Actuando a nivel del SNC, los esteroides regulan el comportamiento, humor, memoria, la neurotransmisión y canales iónicos, los fenómenos eléctricos, los ritmos biológicos, y producen cambios neuroendocrinos, reproductivos, de organización, e intervienen en los procesos del desarrollo, reparación, regeneración y mielinización actuando sobre distintos tipos celulares. Las hormonas sexuales actúan a nivel del SNC e j e rciendo efectos clásicos asociados a la re p ro d u cción, tales como la inducción de la ovulación y el  comportamiento sexual específico de género. Sin embargo, a partir de los estudios clásicos de Hans Selye y el descubrimiento de los neuro e s t e roides por Baulieu, surg i e ron evidencias de que los estrógenos y p ro g e s t e rona poseen acciones no relacionadas a la rep roducción. En esta línea, se sabe que la pro g e s t e rona, así como también otros esteroides, actúa como agente neuro p ro t e c t o r, estimulando la re g e n e r a c i ó n axonal modulando la expresión genética y de distintas vías de señalización intracelular 2. Por ejemplo, la p ro g e s t e rona estimula la mielinogénesis de nervios periféricos lesionados y de oligodendrocitos en cultivo y en el cerebelo de rata 3. La pro g e s t e rona también p reviene la pérdida neuronal que sigue a la contusión, isquemia y edema cerebrales 4 , 5. En la médula espinal, el tratamiento de ratas con pro g e s t e rona aumenta la supervivencia neuronal luego de la axotomía o injuria y protege a las neuronas en cultivo de la toxicidad del glutamato 6. Nuestro laboratorio demostró que el tratamiento con pro g e s t e rona de ratas con lesión de médula espinal estimula, a nivel neuronal, la expresión de genes asociados a la neuro t r a n smisión, transporte iónico y potencial de membrana y al crecimiento axona 7 , 8. Los efectos neuroprotectores de progesterona fueron estudiados también en la médula espinal del ratón Wobbler, un modelo murino de esclerosis lateral amiotrófica (ELA). El Wobbler posee una mutación de expresión autosómica recesiva (wr), la cual produce degeneración temprana de las motoneuronas de la médula espinal y del tronco encefálico. El rasgo morfológico característico es la vacuolización citoplasmática y las anormalidades mitocondriales. Aunque el gen wr no ha sido identificado aún, se lo ha mapeado en el cromosoma 11 cercano al gen que codifica para la enzima glutamina sintetasa. Este modelo animal es de gran utilidad para el estudio de enfermedades de motoneurona como ELAy la atrofia muscular espinal infantil o enfermedad de Werdenig Hoffman debido a su histopatología y clínica. Las primeras manifestaciones clínicas de la enfermedad pueden observarse en animales homozigotas (wr/wr) a las 3-4 semanas de edad y consisten en debilidad progresiva en miembros anteriores, temblor, dificultad para trepar, menor tamaño que el ratón normal y atrofia muscular. Los ratones heterozigotas wr/ + son clínicamente normales. La neurodegeneración del Wobbler se acompaña de proliferación astrocitocitaria y desmielinización secundaria. La progesterona produce cambios morfológicos, moleculares y funcionales, sugiriendo su rol neuroprotector. Por ejemplo, el tratamiento durante 2 semanas de ratones Wobbler con progesterona previene la vacuolización de motoneuronas, la ruptura de las membranas mitocondriales, la excesiva actividad de la óxido nítrico sintetasa, la depleción del ARNm de la Na, K-ATPasa, y las anormalidades del transporte axonal que caracterizan a los estadios clínicos de la enfermedad 9,10. Asimismo, la progesterona revierte el déficit de transporte axonal, estudiado por el método del fluorogold. Funcionalmente, la fuerza y el trofismo musculares y la supervivencia de los ratones Wobblers se ve acrecentada por tratamiento con progesterona. A nivel molecular, la progesterona podría actuar como antioxidante. En el Wobbler, se observa un tipo de muerte neuronal citoplasmática o tipo II (paraptosis) posiblemente debida a la peroxidación lipídica, y no apoptosis. En este sentido, la expresión de genes proapoptóticos y antiapoptóticos no cambia en el Wobbler no tratado o tratado con progesterona respecto del ratón control, mientras que la disminución de niveles neurotóxicos de óxido nítrico apoyaría que la hormona disminuye el daño oxidativo. Todos los datos obtenidos apuntan a que la progesterona se comporta como un agente regenerativo y neuroprotector. En este caso, y también en la lesión de la médula espinal, estos efectos podrían deberse a mecanismos genómicos, ya que la médula espinal expresa el receptor clásico de progesterona, aunque también detectamos el receptor de membrana 25 Dx. Sin embargo, la detección en el plasma y médula espinal de animales tratados con progesterona de derivados reducidos 5a y 3a, 5a-pregnanos, que actúan como agonistas gabaérgicos y antagonistas glutamatérgicos permite suponer que parte de las acciones hormonales podrían estar mediados por la regulación de los receptores de estos neurotransmisores. En resumen, las acciones neuro p rotectoras de pro g e s t e rona serían pleiotrópicas, pudiéndose descartar un único mecanismo de acción.