La Industria Peronista, 1946-1955. Políticas públicas y cambio estructural

BELINI, CLAUDIO FABIÁN

Edhasa

Lugar: Buenos Aires; Año: 2009 p. 220

978-987-628-057-0

Los primeros gobiernos peronistas (1946-1955) han sido vistos alternativamente como el punto de partida de un vigoroso proceso de industrialización o bien como el causante de la decadencia económica del país. En la construcción de esas imágenes que conviven en la memoria colectiva, la historiografía no ha logrado desempeñar un papel relevante. Por un lado, durante los años sesenta, los debates entre historiadores y economistas giraron en torno del crecimiento industrial durante el período de la economía agroexportadora (1870-1930) en el cual se buscaba, a partir de diferentes presupuestos teóricos, explicar la evolución posterior de la economía argentina. Por el otro, la crisis económica de la década de 1970 y la desindustrialización iniciada a partir de la instauración de la última dictadura militar, condujo a los estudiosos a analizar el desempeño económico de la Argentina desde una perspectiva de largo plazo. Y si bien, en esos estudios, el peronismo aparecía a veces como un momento clave para explicar los problemas del desarrollo argentino, ello no derivaba en un  análisis de los contenidos y del impacto de las políticas peronistas.    Este estudio se propone abordar el tema a partir del análisis de las políticas públicas. ¿Qué objetivos en materia de política industrial se propuso el gobierno de Perón? ¿Cuál fue la naturaleza de las políticas peronistas? ¿Qué papel jugaron el estado y su burocracia? ¿Qué problemas debió afrontar la industrialización durante esa etapa? En suma, se trata de  analizar los factores que mediaron entre los objetivos inicialmente propuestos y los resultados de las políticas peronistas en materia industrial.      Para dilucidar estas preguntas, este libro evalúa el impacto de las políticas peronistas en seis ramas o industrias como la siderurgia, la industria automotriz, de maquinaria agrícola, de artefactos para el hogar, la rama textil y la industria cementera. Cada capítulo analiza, en el nivel de la rama o la industria, la evolución previa de la industria entre 1900 y 1946,  los objetivos e instrumentos de la política industrial peronista, los problemas de aplicación, las relaciones entre la burocracia estatal y los empresarios, y los efectos de la política peronista sobre la producción, la estructura del sector y  la ocupación obrera.      Finalmente, el epílogo aborda las conclusiones generales sobre la naturaleza y características de la política oficial, las innovaciones institucionales a las que dio lugar, la dinámica de  relaciones entre los empresarios y el estado, y el impacto que las políticas peronistas tuvieron sobre las cinco industrias analizadas.      La concentración del análisis en el nivel de industrias implica un cambio de metodología con respecto a los estudios realizados hasta el momento sobre el crecimiento industrial. En efecto, como hemos dicho, la literatura disponible se ha concentrado en el análisis de los cambios en la estructura industrial en el largo plazo. En consecuencia, los debates han girado en torno de la evolución de la industria fundamentalmente en términos de incrementos de la producción. Sin embargo, no se han estudiado contenidos de las políticas específicas para cada industria, los problemas de su aplicación, las estrategias empresariales ni la evolución de las diversas industrias durante la década peronista.     En cambio, el enfoque de este libro permite observar con mayor grado de desagregación los contenidos de la política industrial. El análisis de sus características y límites permite una mejor caracterización de la estrategia económica del primer peronismo, contribuyendo al debate sobre su papel en el desarrollo económico del país. En forma adicional, en este estudio se observan con más claridad los problemas derivados de la implementación de la política pública, algunos de ellos originados en las características de los sectores industriales tales como las economías de escala y de diversificación, las tecnologías de producción y las necesidades de capital.  A esta ventaja, se le suma la derivada de la reconstrucción de las relaciones entre la burocracia y los empresarios industriales, cuya naturaleza es considerada como un factor clave en el éxito de las políticas públicas.