INVESTIGADORES
LLORENS Magdalena
congresos y reuniones científicas
Título:
Palinología de la Formación Punta del Barco: Cómo era la vegetación en el Cretácico de Patagonia?
Autor/es:
M. LLORENS
Lugar:
Trelew
Reunión:
Jornada; II Jornadas estudiantiles de Ciencias Biológicas; 2006
Institución organizadora:
Facultad de Biología UNPSJB
Resumen:
La Formación Punta del Barco es la unidad cuspidal del Grupo Baqueró (Cretácico Inferior) y aflora en el centro de la provincia de Santa Cruz. El análisis sistemático su palinoflora ha establecido que ésta cuenta con 76 especies referidas a 47 morfogéneros estudiados hasta el momento. Este conjunto polínico está integrado por esporas y granos de polen dispersos, megasporas y restos de algas. Los grupos mejor representados son los helechos –especialmente las gleichenias-, briofitas y algas; los acompañan los granos de polen gimnospérmicos afines a las araucariáceas, y varias formas primitivas de polen angiospérmico. El Cretácico Inferior fue un período crucial en la historia del reino vegetal, dado que entonces comenzó el proceso por el cual, hacia fines de ese período, la vegetación adquirió una fisonomía semejante a la que conserva hasta nuestros días. Ese proceso refiere principalmente a la aparición y diversificación incipiente de las angiospermas, seguido por un desarrollo importante que las llevó a ocupar casi todos los nichos ecológicos disponibles, y convertirse así en el grupo vegetal dominante en las biotas continentales a partir del Cretácico Superior. Ese avance de las plantas con flor fue acompañado por el retroceso de ciertos grupos dominantes hasta ese momento. Es así que durante el Aptiano, mientras aparecen los primeros representantes de las angiospermas en Patagonia, importantes taxones gimnospérmicos tales como las Bennettitales, Pteridospermales y Ginkgoales, decaen y en algunos casos parecen extinguirse. En el Grupo Baqueró (Aptiano bajo de Patagonia) se han estudiado las tafofloras de sus unidades basal - Fm. Anfiteatro de Ticó- y superior -Formación Punta del Barco-De la comparación de ambas se distingue un drástico cambio vegetacional producido en un corto lapso. Las evidencias litológicas y paleoecológicas demuestran que los fuertes disturbios ambientales del eoaptiano fueron provocados por un evento volcánico de gran magnitud. Por su parte, el estudio de la distribución estratigráfica de los palinomorfos dentro de la columna de Punta del Barco ilustra un paulatino empobrecimiento de la flora en el tiempo. Este, desde un nivel basal de bosque abierto con diferentes estratos y una mayor diversidad, hasta los niveles superiores donde sólo se registraron elementos planctónicos y algún grupo oportunista. El comportamiento de las angiospermas basales y algunos helechos oportunistas y briofitos, contrasta con la marcada retracción de otros grupos vegetales. Así, los niveles de tobas -pulsos volcánicos- están intercalados con paleosuelos que se establecieron en los momentos de calma en esa actividad, durante los cuales la vegetación colonizaba, al menos de manera incipiente, los nichos ecológicos disponibles hasta el advenimiento de la siguiente nube de cenizas. Esto determinó un retroceso de las coníferas y demás gimnospermas, como también de algunas pteridofitas. Sin embargo, las briofitas lograron adaptarse al cambio. Los más beneficiados por este nuevo escenario ecológico en el que había mayor disponibilidad de nichos, fueron las angiospermas y los helechos oportunistas. Estos últimos habrían sido afines a la Familia Gleicheniaceae, que constituyen las formas dominantes de esta microflora; varios representantes actuales de esa familia desempeñan ese rol en las comunidades vegetales disturbadas. En cuanto a la baja participación de las coníferas, se condice con algunas observaciones de erupciones volcánicas modernas, en las que se constituyen en los elementos más susceptibles a ese tipo de evento. Las ventajas adaptativas que tuvieron las angiospermas basales aquí halladas y los helechos ya mencionados, habrían tenido que ver con estrategias ecológicas y reproductivas vinculadas a un rol de elementos pioneros dentro de esa comunidad signada por la alta inestabilidad ambiental. Esas ventajas habrían radicado en tipos de reproducción asexual y ciclos de vida cortos, factores ausentes entre las gimnospermas. Por lo expuesto, la Formación Punta del Barco posiblemente represente el punto de inflexión en la tasa de extinción de algunos grupos gimnospérmicos, de la misma manera que lo sería en la tasa de evolución de las angiospermas, constituyendo una suerte de "adelanto" de las floras más modernas.