CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

La medición del consumo de alcohol es un área de notables controversias. Si bien los indicadores de frecuencia y cantidad de consumo son los más habituales, actualmente coexisten diversos criterios para su interpretación. Con el objetivo de aportar nuevas herramientas para abordar este problema, este estudio se propuso describir el consumo de alcohol de adolescentes cordobeses a partir de indicadores de frecuencia, cantidad, borracheras, intención de consumo y consumo binge. Participaron 309 adolescentes de 12 a 19 años (M=15.05, DS=1.96), 35.6% varones, de instituciones públicas de la ciudad de Córdoba. El 49.2% no bebió en el último año, 5.8% bebe 1 a 6 veces al año, 25.2% consume 1 ó 2 veces por mes, 19.7% 1 vez por semana o más. De los bebedores actuales (44.98%), el 19.4% consume menos de 5 tragos, 22.3% 5-9 tragos, 23% 10-14 tragos y 35.3% 15 tragos o más. Estos indicadores se interpretan bajo la propuesta de Schmidt (2008). El 5.8% de los participantes presenta consumo infrecuente, 25.2% ocasional y 19.7% frecuente; considerando la cantidad, el 28.1% no presenta abuso, mientras que el 71.9% sí (más de 5 tragos). La autora propone considerar consumo de riesgo si frecuencia o cantidad son altas, en ese sentido, 65.4% de los adolescentes presentan bajo riesgo y 34.6% alto. Con los bebedores actuales y a partir de los indicadores de frecuencia, cantidad, borracheras e intención de consumo, se desarrolló un análisis de clases latentes para identificar tipologías de consumo, el cual permitió identificar las siguientes clases: binge= 46.19% de la muestra, social= 28.16% y pesado= 25.65%. La metodología en la que se basa este análisis permite identificar tipologías de uso de sustancias en lugar de focalizar de manera exclusiva en patrones patológicos, por lo que se pueden detectar otros problemas de consumo.

enviar mensaje