INVESTIGADORES
PLOPER Leonardo Daniel
congresos y reuniones científicas
Título:
?Mancha rojiza? en frutos de limonero en Tucumán
Autor/es:
FOGLIATA, G.M.; PLOPER, L.D.; MUÑOZ, M.L.; ACOSTA, E.
Lugar:
Cancún
Reunión:
Congreso; XIV Congreso Latinoamericano de Fitopatología y XLVII Annual Meeting of the American Phytopathological Society-Caribbean Division; 2007
Institución organizadora:
Asociación Latinoamericana de Fitopatología, Sociedad Mexicana de Fitopatología, y APS Caribbean Division
Resumen:
En frutos maduros de limonero en Tucumán, Argentina, es común observar manchas rojizas que afectan el flavedo. Su color, forma, tamaño y relieve, son similares a la "mancha pecosa", uno de los síntomas de la mancha negra de los cítricos causada por Guignardia citricarpa. Sin embargo, estas manchas rojizas no evolucionan en poscosecha, ni desarrollan picnidios. De éstas se aíslan principalmente cepas de Guignardia sp., por lo cual inicialmente se las había relacionado con el mencionado patógeno. El objetivo del presente trabajo fue determinar si este síntoma era causado por Guignardia citricarpa. A partir de trozos de cáscara de limón con mancha rojiza de diferentes localidades de Tucumán se realizaron siembras en agar papa glucosado. Los microorganismos aislados fueron Guignardia y Colletotrichum. No se detectaron otros microorganismos fitopatógenos. Para la identificación de las 79 cepas de Guignardia obtenidas, se realizaron repiques en agar harina de avena y PCR con los cebadores específicos para G. citricarpa (GCF3 y GCR7) y para G. mangiferae (GCF2 y GCR4), técnicas desarrolladas por Bonants et al. (2003). Además se extrajo ADN directamente de frutos con mancha rojiza de 6 muestras mediante el kit de extracción DNeasy (Qiagen). Las 79 cepas de Guignardia correspondieron a G. mangiferae (Phyllosticta capitalensis). Asimismo, las 6 muestras de ADN extraídas directamente de frutos correspondieron a la misma especie. Estos resultados demostraron que las manchas rojizas presentes en frutos de limonero en Tucumán no son causadas por el patógeno cuarentenario G. citricarpa. No obstante, para establecer la etiología de este síntoma será necesario completar las pruebas de patogenicidad.