INVESTIGADORES
PLOPER Leonardo Daniel
artículos
Título:
Evolución del cultivo de garbanzo en la República Argentina
Autor/es:
VIZGARRA, O.N.; ESPECHE, C.M.; PLOPER, L.D.
Revista:
Publicación Especial Nº 48
Editorial:
Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres
Referencias:
Lugar: Las Talitas, Tucumán; Año: 2014 p. 7 - 11
ISSN:
0328-7300
Resumen:
El garbanzo (Cicer arietinum L.) es una de las legumbres invernales más importantes en el mundo. Su cultivo se remonta a más de 7000 años en el oeste de Asia; incluso se han encontrado restos que comprueban su existencia desde hace 10.000 años en Turquía. El grano seco, utilizado para el consumo humano, es rico en proteínas: presenta valores desde el 22% al 28% de contenido proteico, además de poseer un 5% de grasa y un importante contenido de sales y minerales, entre ellos calcio, hierro y vitaminas. Al tradicional consumo del grano seco, se le suma el de la harina de garbanzo, típica de los países árabes y asiáticos y que goza de una creciente difusión. La superficie sembrada con garbanzo en la República Argentina entre los años 2001 al 2005 se mantuvo prácticamente estable, no superando las 2500 ha. A partir del año 2006 se produjo un pequeño incremento, alcanzando esta las 4000 ha y llegando a casi 5000 ha en el año 2007. En la campaña 2008, el área creció más del 50%, alcanzando en el año 2009 las 16.000 ha. Este crecimiento de la superficie cultivada con garbanzo se mantuvo: el área alcanzó las 40.000 ha en el año 2011, y las 125.000 ha en la campaña 2012 (es decir, aproximadamente el triple de la superficie del año anterior). En la provincia de Tucumán, el cultivo de esta legumbre invernal tuvo una evolución muy parecida; en el año 2004, se sembraron alrededor de 200 ha, pero esta superficie creció notablemente, llegando a las 28.080 ha en la campaña 2012. El crecimiento evidente de la superficie sembrada fue una consecuencia del creciente interés que sintieron los productores por el garbanzo, debido al precio que se llegó a pagar por su grano y por su necesidad de buscar nuevas alternativas al cultivo del trigo. Sus iniciativas encontraron el respaldo y apoyo de instituciones como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), que realizaron valiosos aportes al desarrollo de este cultivo. Es importante destacar que el garbanzo representa una alternativa válida para las zonas de regadío y las regiones subhúmedas-húmedas, como las pedemontanas del Noroeste Argentino (NOA). De hecho, estas son las zonas del país que reúnen las mejores condiciones agroecológicas para el cultivo, incluso comparadas con las zonas tradicionales de producción de estas legumbres invernales (centro y sur de la Argentina), considerando que su cosecha coincide con períodos lluviosos y de alta humedad atmosférica, que afectan la calidad del grano. La disponibilidad de variedades no es amplia, siendo Chañarito S-156 y Norteño las únicas inscriptas en nuestro país. Pero también existen otras poblaciones, entre las que se pueden mencionar Sauco, Mexicano y Blanco Lechoso. Además, en algunas zonas, pueden encontrarse otras variedades introducidas, tales como Blanco Sinaloa y Canadiense.