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El garbanzo (Cicer arietinum L.) es la legumbre invernal más sembrada a nivel mundial, siendo la superficie anual sembrada de 8.000.000 de hectáreas. Se reconocen dos tipos de garbanzo, ellos son el Kabuli y el Desi. Las diferencias más importantes son el tamaño de la semilla, morfología de la planta, rusticidad y comportamiento sanitario, entre otras. En Argentina se siembran solo cultivares de tipo Kabuli; dentro de estos existen a su vez los sauco y mexicanos. Los primeros son de tamaño de semilla mediano (peso de 100 semillas 40- 45 gramos) y de color café con leche; además se caracterizan por tener más resistencia al frío, sequía y a Fusarium que los mexicanos. Sin embargo estos últimos son los que tienen una mejor calidad comercial, presentando una semilla de tamaño más grande que los sauco, de color blanco, por lo que tienen un mayor precio en el mercado internacional. La EEAOC a través del Proyecto Legumbres Secas, dentro del Programa Granos, trabaja desde el año 2002 en la introducción y selección de germoplasma tipo Kabuli, introducido desde Siria, tratando de encontrar genotipos que se adapten a nuestra región y que presenten buena calidad comercial. En el presente trabajo se realiza un comentario de la campaña 2008 y se informan los avances que se vienen registrando dentro de este proyecto. Se sembraron dos ensayos. El Ensayo 1 estuvo integrado por cuatro líneas introducidas y seleccionadas en el año 2002, dos líneas del 2003 y cinco del 2004. El Ensayo 2 estuvo formado por 11 líneas introducidas y seleccionadas en el año 2006. El testigo local utilizado fue el cultivar denominado Blanco Mexicano. Los dos ensayos fueron sembrados en la localidad de La Ramada y se evaluaron bajo condiciones de secano. En el Ensayo 1 la línea Nº 203 con 910 kg/ha fue la de mejor rendimiento, habiendo mostrado en la campaña anterior un comportamiento similar. Esta línea presentó 106 días a fructificación, siendo la más larga, siendo además la única que muestra un porte erecto. El testigo, Blanco Mexicano, es un cultivar de ciclo corto y registró 63 días a floración y 77 a fructificación. Ninguna de las líneas del ensayo fue más precoz que esta variedad. Su rendimiento además fue el más bajo del ensayo (500 kg/ha) ya que por su precocidad fue el cultivar más afectado por la helada de septiembre. En el Ensayo 2 los días a floración estuvieron comprendidos entre 77 y 91, la fructificación varió entre 95 y 106 días. El porte de la mayoría de las líneas fue semierecto, siendo el resto semipostrado. La línea Nº 619 presentó el rendimiento más alto (960 kg/ha) seguido por la línea Nº 607 (736 kg/ha). En la campaña anterior ambos materiales tuvieron buenos rendimientos ocupando el 2º y 3º puesto, respectivamente. El testigo, Blanco Mexicano, al igual que en el Ensayo 1, presentó un rendimiento bajo (455 kg/ha).

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