INVESTIGADORES
WECHSLER Diana Beatriz
capítulos de libros
Título:
No pasarán! Artistas e intelectuales y el exilio antifascista en Buenos Aires?,
Autor/es:
WECHSLER DIANA B.
Libro:
en: Andrea Pagni (ed.) El exilio republicano, Berlin, Vervüert
Editorial:
iberoamericana VERVUERT
Referencias:
Lugar: Madrid; Año: 2011; p. 189 - 207
Resumen:
No pasarán! Formas de resistencia cultural de los artistas republicanos españoles exiliados en Buenos Aires Es posible pensar a la historia como una suma de fragmentos que al yuxtaponerse iluminan alguna zona del pasado. Suele ser difícil, encontrar todas las piezas de un relato, más aun cuando se trata de historiar viajes, tránsitos, exilios. Sin embargo, a veces el encuentro de algunos objetos o materiales se ofrecen como especialmente ricos para observar los cruces de varios itinerarios lo que permite a su vez confirmar las hipótesis o sumar indicios relativos a las redes solidarias y las convergencias en la diáspora. Para producir una narración sobre la experiencia peculiar del exilio de artistas republicanos en la Argentina, las lecturas en paralelo de varios de estos derroteros, permiten intuir en las palabras de unos las andanzas y avatares compartidos seguramente por varios. Es justamente, a partir de esta lectura de los materiales impresos, de los rescates de memorias, obras y ensayos con distinto tipo de fragmentos, que está elaborada esta intervención en donde me propongo analizar algunas de las formas de resistencia desplegadas en la escena artística de Buenos Aires por un grupo de exiliados republicanos durante los primeros años posteriores a la derrota de la República. En trabajos anteriores vinculados con los procesos de la internacional antifascista trabajé sobre la circulación activa de materiales impresos, artistas, intelectuales, periodistas, entre las diferentes metrópolis culturales que integraron aquella red de resistencia cultural frente a los fascismos desde comienzos de los años treinta. Dentro de este proceso, la Guerra Civil fue un parte aguas, un catalizador que activó de manera eficaz las redes que previamente se habían establecido. A partir de estos presupuestos vinculados a los viajes, las migraciones y ya en tiempos de guerra los exilios, fui trabajando la inserción de los artistas y de algunos intelectuales que iban llagando al país, todavía en tiempos de guerra, en la trama de las publicaciones antifascistas así como sus inserciones diferenciadas en los espacios de exposición y dentro del circuito de artistas e intelectuales en Buenos Aires. Estas llegadas se cruzan a su vez con otras que se dan a partir de 1935 la de aquellos migrantes forzosos que debían huir del nacionalsocialismo y del fascismo italiano. En el caso de los españoles, sabemos que unos partieron tempranamente, otros sobre el filo de la derrota. A todos les tocó el enajenamiento, el quiebre con la propia historia, con el propio tiempo y espacio. En este sentido, María Zambrano pensó su condición de exiliada como la de estar al borde de la historia, sólo en la vida sin lugar propio. A estos "Españoles sin España" los veía como "animas del purgatorio". Sin embargo, un año antes, en su ensayo sobre Séneca -pensado como modelo de español y publicado en Hora de España en 1938- se preguntaba: ¿puede un español sin traicionarse resignarse?? y luego de una larga reflexión concluía: Lo español se desarrolla a menudo mejor lejos de su origen. (Pero) "un pueblo no puede resignarse, porque no puede detenerse, porque no puede aniquilarse a sí mismo". Y concluye: un pueblo suicida sería algo precursor inmediato del fin del hombre. (...) Un español de hoy no puede elegir el camino de la resignación, porque al hacerlo deja vacía la escena donde se juega la tragedia del destino humano. 2 Entonces la resistencia aun se pensaba como posible. Es por esto que en 1938 todavía se planteaba la tensión entre quienes como Manuel Ángeles Ortiz, Francisco Ayala, Rafael Alberti, María Teresa León, María Zambrano o los Viladrich por citar sólo algunos de los que llegaron a Buenos Aireselegían seguir hasta el final y los que ya habían partido hacia el exilio (entre ellos y siguiendo con los llegados al Río de la Plata: Manuel de Falla, Maruja Mallo, Luis Seoane, Manuel Colmeiro). En el 38, aún cabía la posibilidad de mantener la escena activa, de sostener la lucha en la propia tierra. Pocos meses después esta alternativa se desvanecía para dejar paso a la resistencia desde afuera. 1 María Zambrano, "Carta sobre el exilio" Cuadernos, París, junio de 1961, p.69. 2 María Zambrano, Los intelectuales en el drama de España y los escritos de la guerra civil. Madrid, Trotta, 1998. (p 197-198) Es justamente el traslado de la lucha hacia la retaguardia a partir de 1939- hacia el exilio en sus primeros años sobre lo que en esta oportunidad propongo avanzar, con la intensión de analizar la experiencia del exilio republicano tomando como punto de partida y de encuentro a su vez un objeto indiciario: un libro fruto del exilio. Y digo que se trata de un objeto indiciario ya que es un material que ofrece en sí mismo el cruce de varios itinerarios del exilio y es a partir de su análisis revisar nuevamente este tramo del pasado.