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El principal argumento del trabajo consiste en que las diferencias en el vínculo forjado entre los gobiernos de Lula y Kirchner, las organizaciones gremiales y movimientos sociales así como los espacios de participación política de estos últimos se explica por sus trayectorias y procesos políticos previos y la concepción y los estilos políticos de sus principales líderes. En el caso de Brasil, Lula Da Silva asume el gobierno nacional con el apoyo del principal nucleamiento sindical la CUT así como de importantes movimientos sociales MST, UNE, Pastorales sociales, etc. ¬Si bien es cierto que el vínculo entre el Partido de los Trabajadores con la CUT y los movimientos sociales ha variado a lo largo del tiempo se entiende que la relación construida ha incidido en la generación de una relevante política pública del gobierno nacional orientada a la participación de los movimientos sociales. Efectivamente, el gobierno de Lula ha generado instancias institucionales de participación política de los movimientos concretadas en los Foros Nacionales así como en los Consejo dependientes de cada Ministerio del gobierno nacional. En lo que respecta al estilo político basado en el diálogo y respetando el equilibrio de las fuerzas que lo apoyaron políticamente. Esto ha generado algunos resquemores y encono en los sectores de izquierda, como el MST, ya que se entiende el incumplimiento de la transformación política prometida. El caso de Argentina revela rasgos sumamente diferenciales. En efecto, Néstor Kirchner asume el gobierno en un contexto general de crisis de representación política a lo que hay que añadirle situaciones de fragmentación sindical CGT, MTA y CTA y de presencia de organizaciones piqueteras, las que se habían constituido su identidad política en plena confrontación territorial con el Partido Justicialista

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