"Moral y literatura en Sur: un debate tardío".

JUDITH PODLUBNE

BOLETIN DEL CENTRO DE ESTUDIOS DE TEORIA Y CRÍTICA LITERARIA. Facultad de Humanidades y Artes (UNR).

Facultad de Humanidades y Artes. Universidad Nacional de Rosario.

Lugar: Rosario; Año: 2003 p. 42 - 58

1852-0391

Este artículo presenta una interpretación crítica del debate ?Moral y literatura?, publicado en Sur 126 (abril de 1945). La importancia de este debate reside en que se trata de la primera oportunidad en que los miembros más representativos de la revista "discuten" sobre los criterios estéticos e intelectuales en que se legitima para ellos el ejercicio literario. El trabajo atiende a dos cuestiones específicas: por un lado, reconstruye y analiza los argumentos centrales en torno a los que se establece cierto consenso de base entre la mayoría de los participantes y, por otro, delimita y evalúa el sentido y el efecto singular e inaudito que posee, en esta ocasión en particular, la intervención de Borges. En relación con la primera cuestión, se parte de la intervención de Victoria Ocampo para (a) especificar los puntos de acuerdo que la aproximan a otras intervenciones (a las de R. Baeza, B. Canal Feijoó, P. Henríquez Ureña y F, Romero, entre otros) y (b) describir la distancia que se abre entre sus postulaciones y las que Eduardo Mallea manifiesta en sus ensayos de esta época. La exposición de Ocampo presenta los dos ejes principales en torno a los que se ordena la mayoría de las colaboraciones del encuentro: (a) reduce los problemas formales de la literatura a sus aspectos estilísticos (esto es, limita su especificidad al arte de escribir bien e instala el problema en el marco de la correspondencia platónica entre Belleza, Bien y Verdad) y (b) equipara el vínculo entre estética y moral con la relación entre forma y contenido y subordina en ambos casos el primer término al segundo (la forma es un medio del contenido, no debe ser un fin en sí misma). En relación con la intervención de Borges, el análisis muestra cómo la fuerza ilocucionaria de sus argumentos busca fundamentalmente suspender la determinación que el par forma y contenido ejerce sobre el planteo del problema en el debate. Al eludir deliberadamente la alternativa entre libros morales e inmorales o libros bien o mal escritos que ordena el debate, su respuesta instala la discusión en un terreno completamente heterogéneo al que comparten los otros miembros de Sur, un terreno en el que la impersonalidad del escritor (la ?nadería de su personalidad?) se afirma como un valor nuevo y excluyente.