INVESTIGADORES
TOPUZIAN Carlos Marcelo
congresos y reuniones científicas
Título:
Política y representación: Bizarra, una saga argentina de Rafael Spregelburd
Autor/es:
MARCELO TOPUZIAN
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Congreso; II Congreso Internacional Celehis de Literatura; 2004
Institución organizadora:
CELEHIS
Resumen:
Bizarra, la telenovela teatral en diez capítulos de Rafael Spregelburd, se abre con un gesto por excelencia político, el de la representación de los excluidos, el ‘dar voz a los que no tienen voz’. Pero quienes hablan ahora son "las medias reses", que antes eran ingenuas "holando-argentinas" y ahora son "marucha y tapa", encarnadas por los cuerpos de los actores de la obra, en escena. El poema inicial de las medias reses traza entonces el límite inferior del problema de la representación en la obra; el resto, será el despliegue de los recursos y convenciones habituales de la telenovela, parodiados desde su forzamiento, y referidos de maneras más o menos directas al contexto de la crisis institucional de diciembre de 2001, con manzaneras, saqueos en supermercados, personajes que aluden a personajes de la política argentina del período y hasta un álbum de figuritas y un calendario erótico como merchandising. Si en sus obras anteriores a La modestia Spregelburd había explorado los límites de las convenciones de la representación teatral una vez se la piensa como ‘hecho de lenguaje’ (concibiendo este último de una manera radicalmente desreferencializada: de aquí su predilección por el juego y el azar significantes), ahora, en Bizarra (como en El pánico y La estupidez), se trata de trabajar con diferentes verosímiles genéricos masivos (la telenovela, el film de terror, la serie de televisión) pero ya no para señalarlos también, paródicamente, como lenguaje (Spregelburd se sirve ahora del hiperrealismo de la ficción televisiva citándolo en sus decorados y proyecciones de fondo), sino más bien para mostrar cómo lo que seguimos llamando ‘política’ funciona según procedimientos afines a los de esos verosímiles. La puesta en escena se vuelve así política no porque se refiera a acontecimientos específicos de la ‘realidad nacional’, sino precisamente porque pone en escena y muestra como representación lo que se pretende hecho político y social meramente ‘fáctico’ o simple ‘manifestación de la voluntad popular’. "La lucha de clases explicada a los niños" que es Bizarra según Spregelburd traza, quizás, por la negativa, las condiciones de las intervenciones políticas en la Argentina ‘post-crisis’., la telenovela teatral en diez capítulos de Rafael Spregelburd, se abre con un gesto por excelencia político, el de la representación de los excluidos, el ‘dar voz a los que no tienen voz’. Pero quienes hablan ahora son "las medias reses", que antes eran ingenuas "holando-argentinas" y ahora son "marucha y tapa", encarnadas por los cuerpos de los actores de la obra, en escena. El poema inicial de las medias reses traza entonces el límite inferior del problema de la representación en la obra; el resto, será el despliegue de los recursos y convenciones habituales de la telenovela, parodiados desde su forzamiento, y referidos de maneras más o menos directas al contexto de la crisis institucional de diciembre de 2001, con manzaneras, saqueos en supermercados, personajes que aluden a personajes de la política argentina del período y hasta un álbum de figuritas y un calendario erótico como merchandising. Si en sus obras anteriores a La modestia Spregelburd había explorado los límites de las convenciones de la representación teatral una vez se la piensa como ‘hecho de lenguaje’ (concibiendo este último de una manera radicalmente desreferencializada: de aquí su predilección por el juego y el azar significantes), ahora, en Bizarra (como en El pánico y La estupidez), se trata de trabajar con diferentes verosímiles genéricos masivos (la telenovela, el film de terror, la serie de televisión) pero ya no para señalarlos también, paródicamente, como lenguaje (Spregelburd se sirve ahora del hiperrealismo de la ficción televisiva citándolo en sus decorados y proyecciones de fondo), sino más bien para mostrar cómo lo que seguimos llamando ‘política’ funciona según procedimientos afines a los de esos verosímiles. La puesta en escena se vuelve así política no porque se refiera a acontecimientos específicos de la ‘realidad nacional’, sino precisamente porque pone en escena y muestra como representación lo que se pretende hecho político y social meramente ‘fáctico’ o simple ‘manifestación de la voluntad popular’. "La lucha de clases explicada a los niños" que es Bizarra según Spregelburd traza, quizás, por la negativa, las condiciones de las intervenciones políticas en la Argentina ‘post-crisis’.