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En bosques bajo uso ganadero, mantener o simular la estructura del ecosistema original puede traer beneficios no solo a nivel productivo sino que también a nivel ambiental. En este sentido, la complejidad estructural de un bosque puede asociarse con la diversidad vegetal, y por ende, la diversidad de nichos ecológicos. Este atributo puede estimarse mediante la distribución de parches de vegetación e inter-parches y la presencia de diferentes estratos de vegetación leñosa y herbácea. Evaluamos la complejidad estructural en 30 bosques con distinto nivel de modificación de la estructura original y su relación con la diversidad vegetal y la disponibilidad de hábitat. Caracterizamos la complejidad estructural mediante el cálculo de índices de heterogeneidad horizontal y vertical de la vegetación. En cada sitio se realizó una transecta de 250 m, registrando cada 1m la cobertura y composición de distintos estratos herbáceo y leñoso (0,1-2 m, 2,01-8 m, y > 8,01 m), y cada 5 m la atura máxima de los estratos leñosos utilizando el método de punto intercepción. Además, se registró la densidad de plántulas y renovales de especies arbóreas y arbustivas en parcelas de 4 m2 cada 5 m. Se calcularon: índices de heterogeneidad horizontal y vertical (en base a altura y tamaño de parches e inter-parches y su variabilidad), cobertura de especies leñosas, diversidad ɒ y ß (respecto a un estado de referencia) y densidad de renovales (nº/ha). La heterogeneidad vertical disminuyó exponencialmente a medida que aumentó la heterogeneidad horizontal. A su vez, la regeneración, la diversidad y la cobertura de leñosas aumentaron en respuesta a la heterogeneidad vertical. Estos resultados indicarían que en bosques bajo uso se deberían implementar manejos que mantengan o aumenten la heterogeneidad vertical, con el fin de mantener o aumentar la diversidad, regeneración y cobertura de especies leñosas.

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