INVESTIGADORES
NAGAHAMA Nicolas
congresos y reuniones científicas
Título:
Plantas medicinales y comestibles en Patagonia: contribuciones para un aprovechamiento sustentable de nuestros RRGG nativos
Autor/es:
NAGAHAMA NICOLÁS
Lugar:
San Carlos de Bariloche
Reunión:
Congreso; VI Jornadas Forestales Patagónicas; 2022
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Río Negro - EEA INTA Bariloche
Resumen:
Se estima que alrededor del 80 por ciento de la población mundial de los países en desarrollo usan Productos Forestales No Madereros (PFNM) derivados de plantas con fines medicinales; alimenticios; cosméticos y de cuidado personal; entre otros. Cada uno de estos productos contribuye con diferentes emprendimientos relacionados a aspectos productivos; sociales y culturales; aportando a las economías locales y manteniendo habitadas zonas aisladas o periféricas. Desde tiempos remotos los pobladores que habitan cerca de los bosques aprovechan los PFNM y son la base de las economías locales. Sin embargo; gran parte de estos recursos forman parte de la economía informal; ya que no son considerados a nivel de mercado y no son registradas en las estadísticas de producción.Los PFNM pueden catalogarse en dos grandes grupos según el tipo de producto y su utilización. En el primer grupo se encuentran los productos que se generan mayoritariamente en sistemas de subsistencia y que son utilizados por recolectores/productores que no encuentran oportunidades en el mercado laboral formal. En este grupo los PFNM se catalogan como bienes inferiores; ya que a medida que los ingresos de los hogares aumentan por otras actividades su uso decrece. En un segundo grupo se encuentran los PFNM que están insertos en la economía de mercado; pudiendo ser la actividad principal o incrementar de manera considerable los ingresos en los hogares. Generalmente; los productos de este grupo forman parte de mercados en expansión y su rentabilidad es atractiva.Un gran número de especies vegetales consideradas PFNM son utilizadas como alimento y/o poseen principios activos que contribuyen a la prevención y tratamiento de diferentes afecciones y enfermedades. Forman parte de la cultura de los pueblos indígenas locales y campesinos; y en particular las plantas medicinales cada vez son más utilizadas en las zonas urbanas; principalmente a través de remedios naturistas. Actualmente; existe un resurgimiento de la medicina tradicional con hierbas; que ha resultado en un mayor enfoque científico respecto al uso de plantas medicinales.Actualmente; a nivel mundial las plantas medicinales como PFNM tienen una gran importancia debido a que el 80% de la población no tiene acceso al sistema moderno de salud y por lo tanto; a los medicamentos sintéticos. Para ellos las plantas medicinales representan todavía la forma principal de tratamiento de enfermedades (Fuentes; 2005).La mayoría de las plantas medicinales y comestibles en la Patagonia Argentina son productos silvestres; obtenidos de poblaciones naturales y los cultivos en sistemas agroforestales o en campo de productores son escasos. En este contexto; es necesario incentivar la domesticación de especies con potencial comercial mediante la generación de información relacionada a su propagación; la regeneración de las poblaciones naturales; al manejo de poblaciones silvestres y/o cultivos in situ; a la caracterización genética y química; a aspectos socioeconómicos; entre otros (Alexiales y Shanley; 2004; Mendoza y Mendoza; 2021).En los últimos años organizaciones gubernamentales; no gubernamentales y grupos científicos; han promovido la utilización de los PFNM; como un elemento determinante en la disminución de la pobreza y el manejo sostenible de los ecosistemas. En la Región Patagónica existen alrededor de 2400 especies de plantas nativas y más de 400 especies exóticas. Entre ellas podemos encontrar más de 300 especies que202poseen registros de uso comestible y/o medicinal; siendo particularmente algunas especies de gran importancia para las comunidades locales. Entre las especies más utilizadas se encuentran la paramela (Adesmia boronioides Hook. f.) y el ñankulawen (Valeriana carnosa Sm.); entre otras (Molares y Ladio; 2008).La paramela es una especie nativa de Patagonia que se caracteriza por sus propiedades medicinales y cualidades aromáticas. Desde hace unos 15 años está teniendo un creciente interés comercial; dadas sus excepcionales condiciones y potencialidades; siendo el material vegetal recolectado de poblaciones naturales para la extracción de sus aceites esenciales que es utilizado en las industrias de los cosméticos y perfumes.El ñankulawen ha sido y es unas de las plantas medicinales más utilizada por grupos étnicos regionales y actualmente es comercializada en herboristerías de la región. Cabe destacar que los órganos subterráneos de ciertas especies de Valeriana contienen metabolitos secundarios que son utilizados como sedantes y relajantes; permitiendo la reducción del nerviosismo y la agitación asociados al estrés. Con estos fines; desde la antigüedad se han utilizado extractos de raíces de la especie euroasiática V. officinalis L. y actualmente son comercializados de manera formal a nivel mundial. Paralelamente; en diferentes países se han buscado alternativas para su reemplazo a través de representantes autóctonos (Bos et al. 1999; Oliva et al. 2004).El objetivo del siguiente trabajo es presentar dos estudios de caso en donde se proponen diferentes alternativas de aprovechamiento sustentable de especies nativas (PFNM); uno a partir del manejo de poblaciones naturales (paramela) y otro mediante su cultivo in situ (ñankulawen).El aprovechamiento sustentable de estos recursos; fundamentado en planes de manejo a partir de la investigación científica; tanto para la cosecha/extracción o el desarrollo de cultivos in situ de especies vegetales con potencial de mercado; podrían proveer un amplio espectro de beneficios económicos y sociales a los medios de vida rurales; compatibles con los esfuerzos estatales de conservación y desarrollo rural.