“Estandarización del Cuestionario Argentino de Personalidad Infantil (Lemos 2004). Diferencias por sexo y edad”

VIVIANA LEMOS

Buenos Aires

Congreso; 30º Congreso Interamericano de Psicología; 2005

SIP

Luego de haber operacionalizado el constructo personalidad infantil a partir del enfoque de los Cinco Grandes Factores de Personalidad (Big Five), mediante el “Cuestionario Argentino de Personalidad Infantil” (Lemos, 2004); el presente trabajo tiene el objetivo de presentar las normas argentinas para una adecuada interpretación de los valores obtenidos en cada uno de los factores y facetas evaluadas. El  modelo seguido ha sido el propuesto por Costa y McCrae, entre otros motivos, porque al basarse en una perspectiva teórica multi-rasgo, respondería al objetivo propuesto de obtener una descripción suficientemente abarcativa de la personalidad infantil. Otro motivo, ha sido la existencia de estudios que indicarían que el enfoque de los Big Five sería recomendable para la evaluación de la personalidad en los niños (Ortet y Moro, 1997). La taxonomía común que proponen los Big Five al basarse en el enfoque léxico, el cual utiliza las expresiones cotidianas de la gente, también nos resultó relevante, sobre todo al tener en cuenta la falta de acuerdo teórico que subyace en las distintas técnicas que evalúan la personalidad, con las dificultades que esto trae aparejado a la hora de integrar los resultados en un psicodiagnóstico que emplee un lenguaje común. El mencionado cuestionario ha sido confeccionado a partir del lenguaje y expresiones cotidianas de nuestros niños argentinos de 9 a 12 años. En primer lugar, se construyeron los factores de manera separada, teniendo en cuenta el análisis cualitativo y cuantitativo de numerosas muestras piloto. Es decir, se diseñaron cinco instrumentos diferentes para evaluar cada uno de los Cinco Grandes Factores. A continuación, se factorizaron todas las facetas encontradas en las escalas anteriores, y tanto el criterio de autovalor 1 de Kaisser como el de la pendiente de Cattell corroboraron la presencia de Cinco Factores subyacentes. El balance de los resultados psicométricos, tanto de cada uno de los factores, como de la versión competa del instrumento, han sido satisfactorios. Consideramos que el presente cuestionario puede brindarnos una adecuada descripción de los aspectos rasgos–disposicionales de la personalidad; sin embargo, sería indispensable complementar la evaluación de los niños con un análisis de los procesos motivacionales, cognitivos y de interacción, procesos que no pretende evaluar el enfoque de los Big Five. Se presentará la estandarización del mencionado cuestionario, con los correspondientes valores percentilares por sexo y edad (9 a 12 años).