INVESTIGADORES
ASSALONE Eduardo Francisco
congresos y reuniones científicas
Título:
El arco y la flecha: el lugar de la Comunidad y el Sujeto en el esquema pluriprincipialista de la ética convergente
Autor/es:
ASSALONE, EDUARDO FRANCISCO
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Congreso; XIV Congreso Nacional de Filosofía A.F.R.A.; 2007
Institución organizadora:
A.F.R.A. y Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán
Resumen:
Este trabajo parte de dos interrogantes: 1) ¿Cuál es el lugar de la Comunidad y del Sujeto ?como categorías políticas relevantes para todo cambio social? en el esquema de los principios sincrónicos y diacrónicos de la ética convergente?, y 2) ¿Cómo podrían articularse entre sí los ejes sincrónico y diacrónico en el esquema pluriprincipialista de la ética convergente de Ricardo Maliandi? La hipótesis central de este trabajo es que Comunidad y Sujeto son, precisamente, las condiciones necesarias de la articulación dinámica de dichos ejes entre sí, y, consecuentemente, el lugar de tales categorías políticas debe buscarse en los puntos de cruce de los mismos.             En primer lugar es necesario evitar la posible reducción del concepto de comunidad ya sea al de universal como al de individuo. Según esta perspectiva, que es la de Maliandi, los términos universal, individuo y comunidad se determinan en su relación mutua; como consecuencia de ello, la comunidad puede funcionar como individuo frente a la humanidad o como universal frente a los miembros individuales que la componen. Mi posición es que esta doble reducibilidad de la Comunidad o, mejor dicho, el hecho de que pueda ser reducida a términos opuestos señala, precisamente, la imposibilidad de su reducción plena a cualquiera de los dos términos. La categoría de Comunidad debe ser pensada, por el contrario, como un concepto independiente aunque vinculado necesariamente a los principios  sincrónicos de universalización y de individualización. Esta sería la dimensión sincrónica de la Comunidad: una suerte de término medio entre ambos principios.             Otra dimensión de la Comunidad, esta vez diacrónica, está vinculada, sobretodo, al principio de conservación, diacrónico también, de la ética convergente de Maliandi. La Comunidad, su identidad, su tradición, entendidas como herencia a conservar, tienden a permanecer idénticas a sí mismas. Aquí herencia debe ser entendida en dos sentidos: 1) en su sentido jurídico, como conjunto de bienes y de deudas legados; y 2) en su sentido etimológico, como cosas vinculadas a partir de un lazo preexistente (filial o de otro tipo). Pero la temporalización de la Comunidad a partir de la conservación que ésta efectúa de su herencia histórica, produce el desarrollo de sujetos políticos cuya orientación fundamental es, no ya la ciega conservación de lo heredado, sino más bien la transformación de su comunidad de pertenencia. El Sujeto, agente de dicha transformación, nunca es individual sino colectivo y se orienta en un sentido futuro, temporal por cierto, pero contrario al de la Comunidad en su dimensión diacrónica. La relación entre ambos se completa en cuanto observamos que el objetivo del Sujeto, en tanto que Sujeto político, es la transformación de la Comunidad presente en pos de una Comunidad perfecta (absolutamente justa).             Finalmente propongo una imagen, inspirada en Heráclito, para sintetizar lo expuesto en el trabajo. Dicha imagen es la del el arco y la flecha. Allí pueden encontrarse, en forma dinámica, los principios sincrónicos y diacrónicos de la ética convergente, y las categorías políticas de la Comunidad y el Sujeto en sus múltiples dimensiones, momentos y en su articulación estructural.