INVESTIGADORES
FUGASSA Martin Horacio
congresos y reuniones científicas
Título:
Propuesta metodológica para el estudio de la epidemiología del contacto europeo-indígena en Tierra del Fuego
Autor/es:
CASALI, R. Y FUGASSA, M.H.
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Workshop; Workshop de Historia de la Salud y la Enfermedad de la Red Argentina de Historia de Salud y Enfermedad (RAHSE); 2005
Institución organizadora:
Red Argentina de Historia de Salud y Enfermedad
Resumen:
Durante el contacto europeo-indígena, el archipiélago fueguino estuvo ocupado por al menos tres conjuntos poblacionales fácilmente distinguibles, aunque la posesión territorial de cada uno de los grupos aborígenes, su movilidad y la interacción entre ellos no constituyen fenómenos estáticos. Existen numerosos ángulos de potencial estudio histórico, sea desde una suerte de comparación con lo ocurrido en otras regiones de América Latina, sea desde las connotaciones que para la zona posee la estructuración de un estado nacional argentino. A pesar de haberse estipulado en el estudio un lapso de cien años para un mejor desarrollo comparativo, es en la segunda mitad del siglo XIX cuando despunta el proceso en cuestión y se perfila lo sucedido ulteriormente. El marco temporal del presente esbozo analítico estaría signado por el inicio de lo que puede denominarse “contacto directo” – en 1850- por ser el momento aproximado en que se iniciaron las misiones evangelizadoras. La evolución demográfica de los fueguinos concluyó con prácticamente su total extinción para mediados del siglo XX, por lo que 1950 marca el límite superior del presente trabajo. El efecto de las enfermedades infecciosas durante la colonización de Tierra del Fuego se manifiesta en los relatos de religiosos, visitantes y científicos que se relacionaron con los aborígenes. De los mismos parece surgir como evidente que las enfermedades infecciosas han protagonizado la extinción de las poblaciones fueguinas. La historia de la isla puede comprenderse de acuerdo con la interacción que los sucesivos visitantes establecieron con quienes allí residían y entre ellos mismos, según los diversos intereses: navegantes, balleneros y loberos, misioneros, científicos, buscadores de oro, hacendados, políticos y funcionarios. La presencia de la actividad ganadera (hacia 1885), la cría del lanar específicamente, renovó el “problema del indio” e instaló un enfrentamiento más crudo que el que hasta el momento habían protagonizado los demás exploradores con los indígenas. La consolidación de la autoridad del gobierno argentino fue más bien lenta. Todavía hacia 1890 la ineficacia revestía la esfera administrativa y muestra de ello fue el conflicto suscitado entre Julio Popper y el gobernador Cornero. Lo cierto es que el poder de los hacendados iba en aumento, el contexto económico internacional oficiaba de estímulo y las políticas nacionales se orientaron en este sentido. Ya para el siglo XX la realidad fueguina no redundaba en dudas sobre su porvenir y la extinción de las culturas aborígenes eran parte ineluctable en dicho proceso. El tipo de abordaje que hasta el momento se ha hecho de la historia de Tierra del Fuego, podría ser esquematizado a partir de dos posturas. La etnográfica, representada básicamente por antropólogos y arqueólogos. Por otro, la visión que desde las nociones de progreso y civilización han compuesto tanto descendientes de los primeros habitantes blancos de la isla, como historiadores tradicionales, abogados o integrantes de las Fuerzas Armadas. Se trata de construcciones más bien descriptivas, al tiempo que cargadas de subjetividades. El planteo que aquí se presenta, intenta esgrimirse como instancia alternativa, en el sentido de pretender una historia que logre problematizar, al menos sobre algunos de los aspectos que la disciplina admite. Los estudios retrospectivos requieren de múltiples líneas de evidencia que puedan contrastarse. Se plantea entonces, como metodología apropiada, el estudio histórico-bioantropológico en forma interdisciplinaria. Se sostiene que este tipo de abordaje permitiría superar las limitaciones de los enfoques unilaterales que hasta el momento se han practicado. Se pudo construir una tabla con las epidemias notificadas y sus causas atribuidas, disgregadas por región. Asimismo, se discutieron los diagnósticos sobre la base de la información epidemiológica actual, pudiéndose establecer algunos falsos diagnósiticos. Se identificaron diferencias entre la región del Beagle y de Magallanes en relación con la cantidad de enfermedades notificadas y al período afectado. Las fechas asociadas a las epidemias en Beagle permiten inferir que las enfermedades se habrían sucedido en el tiempo de modo previsible, de acuerdo a las características tanto del ambiente como del hospedador y del agente etiológico. En Beagle se aprecia una reducción paulatina del número de enfermedades, tal vez producto de la reducción del número de aborígenes. En Magallanes las enfermedades se concentran en el período de auge de la explotación ganadera y la escisión se da de manera aparentemente abrupta hacia 1910. Para esta zona, el protagonismo más claro se habría dado con la tuberculosis y la gripe.