INVESTIGADORES
FUGASSA Martin Horacio
congresos y reuniones científicas
Título:
El uso de cuevas y aleros en Patagonia durante el Holoceno y la transmisión de zoonosis. III Congreso Panamericano de Zoonosis. VII Congreso Argentino de Zoonosis. 4-6 Junio de 2014. La Plata.
Autor/es:
FUGASSA MH.
Lugar:
la plata
Reunión:
Congreso; III Congreso Panamericano de Zoonosis. VII Congreso Argentino de Zoonosis.; 2014
Resumen:
Durante los últimos años se examinaron 167 sedimentos y coprolitos procedentes de 25 sitios arqueológicos de Patagonia. Los sitios corresponden a enterratorios humanos o a áreas de ocupación. El objetivo del trabajo fue evaluar en términos globales las observaciones paleoparasitológicas realizadas en los sitios arqueológicos que funcionaron como áreas de ocupación humana en Patagonia. Se revisaron los resultados paleoparasitológicos publicados e inéditos correspondientes a sitios arqueológicos de Patagonia Argentina que han sido estudiados en los últimos 8 años. Las muestras provenientes de sitios de ocupación representan el 48% del total, mientras que las muestras recuperadas de enterratorios constituyen un 42%. Todos los sitios de ocupación se localizaron en refugios rocosos como aleros y cuevas. El 80% de los sitios de ocupación examinados se emplazaron en ecotono de bosque y el 82% de las muestras proceden de sitios ubicados en estos ambientes. En total, se registraron al menos unos 31 morfotipos parasitarios y varios indeterminados que se excluyeron del estudio. Mayoritariamente, se registraron huevos y larvas de nematodes (71%) seguidos por huevos de cestodes (23%) y ooquistes de protozoos (6%). La ausencia de parásitos típicos de humanos de suelos de ocupación prehispánicos puede evidenciar el perfil parasitológico de los cazadores-recolectores, aunque también prácticas de higiene tendientes a eliminar las fecas humanas del área de ocupación. La riqueza de especies hallada, dominada por nematodes, puede estar explicada parcialmente por la historia tafonómica donde los huevos de los nematodes hallados pueden haber tenido una resistencia diferencial sobre el resto. Los predadores y especialmente los omnívoros, mostraron mayor riqueza parasitaria. Aunque parte pueda corresponder a parásitos en tránsito, la liberación al ambiente de algunos de éstos pudo representar un riesgo para la salud. La ocupación de las cuevas y aleros a partir de la colonización en Patagonia, pudo implicar un mayor tráfico de enteroparásitos mediante los nuevos animales domésticos y la población humana rural. Dependiendo de la latitud y el ecosistema, las cuevas ofrecieron refugios al menos para las épocas más adversas tanto para los cazadores-recolectores como para otras especies. La redundancia en el uso de estos espacios pudo haber aumentado la disponibilidad de deshechos y con éstos, la presencia de carroñeros, omnívoros y roedores; consecuentemente, también de sus predadores. Los huevos, quistes y larvas de los enteroparásitos se depositaron en los suelos de ocupación por la defecación y procesamiento de presas. Aunque no se puede sostener la simultaneidad en el uso del espacio, sí la sobrevivencia de los restos parasitarios en el ambiente. Las cuevas mantienen condiciones de temperatura y humedad estables según su arquitectura y lo que puede ser más importante, tanto aleros como cuevas protegen a los restos parasitarios de la radiación ultravioleta.