INVESTIGADORES
LEON Denise
congresos y reuniones científicas
Título:
“Seducidas y abandonadas: El eterno femenino”.
Autor/es:
DENISE LEÓN
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Jornada; IV Jornadas Estudiantiles de Literatura Hispanoamericana; 1999
Institución organizadora:
Instituto Interdisciplinario de Estudios Latinoamericanos
Resumen:
La aventura a la que me interesa especialmente referirme, es al encuentro amoroso que Pablo Neruda tiene con una nativa de Rangoon, Josie Bliss. El episodio está narrado bajo el título de “Tango del Viudo” en Confieso que he vivido, también se encuentra retomado el tema el un poema de igual nombre en Residencia en la tierra y en el Memorial de Isla Negra hay dos poemas dedicados a la misma dama, lo cual me hace suponer que el episodio dejó su impronta en la trayectoria de nuestro héroe. Poco sabemos de las dos primeras etapas de la jornada amorosa, tal como las describe, R. Barthes en Fragmentos de un discurso amoroso. No sabemos cómo se produce el encuentro, la captura. El narrador simplemente comenta “Me adentré tanto en el alma y en la vida de esa gente (la de Oriente) que me enamoré de una nativa...” Nada sabemos tampoco de la segunda etapa donde se producen las citas y se explora la perfección del ser amado. El narrador comenta “... en la intimidad de su casa que pronto compartí...”  Lo que el narrador explora más hondamente es la “secuela”, esa serie de sufrimientos, angustias, resentimientos y desamparos, que obligan a nuestro héroe a abandonar a la amada, a su pesar, y seguir su rumbo y su destino. El narrador retoma aquí, un tema que recorre la literatura de todos los tiempos... el tópico de la abandonada. Se dirige a un tú, la amada, como en el discurso amoroso, pero imaginándose lo que ha significado su partida para esta mujer, ya que históricamente, el discurso de la ausencia ha sido asignado a la mujer. En el reparto cultural de roles le fueron asignados el espacio interior, el adentro, el hogar y los sentimientos, mientras al hombre le tocaban los viajes, la fundación de ciudades, el destino heroico, la razón. La mujer, y el amor, son las mayores pruebas a las que debe sobreponerse el hombre en aquel viaje que constituye su destino. La razón debe sobreponerse a la nefasta tentación de los sentimientos. Un héroe enamorado se feminiza porque adopta el rol típicamente femenino, el de la espera, el de los sentimientos expuestos. Poco sabemos de las dos primeras etapas de la jornada amorosa, tal como las describe, R. Barthes en Fragmentos de un discurso amoroso. No sabemos cómo se produce el encuentro, la captura. El narrador simplemente comenta “Me adentré tanto en el alma y en la vida de esa gente (la de Oriente) que me enamoré de una nativa...” Nada sabemos tampoco de la segunda etapa donde se producen las citas y se explora la perfección del ser amado. El narrador comenta “... en la intimidad de su casa que pronto compartí...”  Lo que el narrador explora más hondamente es la “secuela”, esa serie de sufrimientos, angustias, resentimientos y desamparos, que obligan a nuestro héroe a abandonar a la amada, a su pesar, y seguir su rumbo y su destino. El narrador retoma aquí, un tema que recorre la literatura de todos los tiempos... el tópico de la abandonada. Se dirige a un tú, la amada, como en el discurso amoroso, pero imaginándose lo que ha significado su partida para esta mujer, ya que históricamente, el discurso de la ausencia ha sido asignado a la mujer. En el reparto cultural de roles le fueron asignados el espacio interior, el adentro, el hogar y los sentimientos, mientras al hombre le tocaban los viajes, la fundación de ciudades, el destino heroico, la razón. La mujer, y el amor, son las mayores pruebas a las que debe sobreponerse el hombre en aquel viaje que constituye su destino. La razón debe sobreponerse a la nefasta tentación de los sentimientos. Un héroe enamorado se feminiza porque adopta el rol típicamente femenino, el de la espera, el de los sentimientos expuestos.