INVESTIGADORES
LEON Denise
artículos
Título:
"Las dos vidas de Julia o sobre Un hilo rojo de Sara Rosenberg
Autor/es:
DENISE LEÓN
Revista:
Telar. Revista del Instituto Interdisciplinario de Estudios Latinoamericanos
Editorial:
Universidad Nacional de Tucumán.
Referencias:
Lugar: Tucumán; Año: 2005 vol. Año2 p. 115 - 123
ISSN:
1668-3633
Resumen:
         A la hora de comenzar estas reflexiones se me impone una imagen que alguna vez leí: poco antes de morir, Primo Levi  afirmaba que los vagones de carga sellados que veía en las vías muertas de las estaciones seguían dándole terror. Sabemos que la gran noche de nuestro país también está cruzada por viajes siniestros.  En Los hundidos y los salvados, Levi (1989: 73) arroja una inquietante paradoja que me permite  intentar un ingreso a los textos de Sara Rosenberg.  En realidad, nos dice, los sobrevivientes  no son los verdaderos testigos de la experiencia del campo de concentración. ¿Quiénes son entonces los verdaderos testigos? Para Levi, los verdaderos testigos, los que han vivido hasta las últimas consecuencias los efectos del campo, son en realidad los muertos, los hundidos, que no pueden volver de la muerte para narrarnos su destino. Entonces, los sobrevivientes deben hablar por ellos, deben hablar en nombre de los verdaderos testigos.          A pesar de las distancias y las diferencias contextuales concretas tantas veces señaladas, considero que las desgarradas reflexiones del italiano arrojan una luz particular sobre el texto de Un Hilo Rojo (1998). Ópera prima de la escritora tucumana Sara Rosenberg,  la novela parece suscribir al  intento  de plasmar la imposibilidad:  recuperar ese resto que no son los hundidos ni los salvados sino lo que queda entre ellos.          Un Hilo Rojo, tramada como un cuaderno de recortes, hecho de  fragmentos dispersos  de  recuerdos propios y ajenos  para un futuro documental, se estructura alrededor de una  presencia ausente: Julia Berenstain. Enigma y sentido del texto, Julia, militante política desaparecida, es el núcleo obsesivo en torno al cual gira la memoria del narrador, Miguel,  quien reconstruye su trayectoria vital y su lucha a través de los distintos relatos de quienes la conocieron.           En Un hilo rojo, Sara  realiza una curiosa pirueta: construye su autobiografía sin decir yo. Desde la ficción de lo testimonial o lo documental como estrategia de verosimilitud, se desdobla deliberadamente en un narrador masculino que parece desprenderse casi de su propio cuerpo,  o mejor, del cuerpo de su escritura: